Ya con el remolque firme, altos cargos y funcionarios ironizan sobre el triunfalismo de sus superiores: «Hoy desfilan las medallas»
11 oct 2012 . Actualizado a las 17:45 h.Las conversaciones de altos funcionarios y cargos del Ministerio de Fomento sobre el Prestige que ayer publicó La Voz reflejan la trastienda de las conversaciones no operativas, las que se desarrollan entre los centros de coordinación de Salvamento y, por ejemplo, el gabinete de crisis de Presidencia del Gobierno. La que se reproduce a continuación tiene lugar entre el jefe del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento y el responsable del Centro Zonal Finisterre, en Galicia, y se produce poco después de que se hiciera firme el remolque y que el inspector de seguridad marítima, Serafín Díaz, accediera al Prestige para poner en marcha la máquina, un día después del accidente. La perspectiva, pese a ser dramática, es mejor que hace unas horas, cuando los altos cargos confesaban que preferían una maniobra de refugio en el puerto de A Coruña. Pero los responsables técnicos del operativo siguen cuestionando el rumbo noroeste y esperan una decisión sobre el futuro del barco. Se impacientan. Y surgen los temores a una protesta formal de Francia, pues con ese rumbo la contaminación podría afectar al país vecino.
Centro Finisterre. Entonces yo no sé lo que hacer, yo tengo toda la movida ahí y...
Centro Madrid. Pero otra vez el... pero... ¿Qué van a seguir navegando al trescientos y pico [el rumbo noroeste]?
C. F. Claro, esa es otra. Yo les dije no... que siga y que siga y que siga [verbaliza la orden de seguir rumbo noroeste].
C. M. Como se enteren los franceses nos la van a armar.
C. F. Claro y el crucigrama fue que navegue hacia afuera, de forma que le afecte lo menos posible.
C. M. ¿A la costa?
C. F. El estado de la mar. Eso fue lo que me dijo [se refiere a una conversación que tuvo con Javier Gárate, el director de Salvamento Marítimo]. Y dice bueno pues hazte con [...] y ¡espabílate! Y búscate un rumbo que te vaya bien. ¡Claro! ¡Qué coño! jeje, le dije yo. Y así estamos, y el tío «sigue pa fuera, sigue pa fuera».
C. M. Claro y luego está toda esa gente que hay a bordo.
C. F. Claro.
C. M. Que no van a estar toda la vida metidos en el barco.
Hablan de la tripulación del remolcador Ibaizábal y de Serafín Díaz, que les comunicó que él no abandonaría el petrolero hasta que arrancara la máquina. Con otros protagonistas, vuelve a surgir la posibilidad de llevar el Prestige a un lugar abrigado.
C. M. Además el barco arrancará y querrá irse a algún sitio de refugio a reparar o lo que sea.
C. F. ¡Hombre claro!
C. M. Lo que no va a querer es ir a cruzar el Atlántico.
C. F. ¡Hombre claro que sí!
C. M. ¡Joder!
C. F. Si esa es la intención, pues la mar de rara. Y claro como ya ahora se te escapa de tus manos esto, ¿eh?, pues qué le vamos a hacer, yo no sé qué más...
C. M. No, tú ahora tranquilo, que la vayan metiendo.
El jefe del centro de control gallego describe entonces el triunfalismo de los superiores, reunidos en el gabinete de crisis de la Delegación del Gobierno, en A Coruña. Aunque en realidad la crisis todavía estaba en sus inicios, tienen la impresión de que los altos cargos ya están satisfechos con su gestión.
C. F. Y ahora a ver si alguien... porque no sé qué me da aguarles la fiesta, porque están todos más contentos... exultantes están.
C. M. Sí.
C. F. ¡Joder, la hostia! Hoy desfilan las medallas.
C. M. Sí, sí, todos uh... y ya verás si...
C. F. Desfilan las medallas por ahí pero a toneladas.
En principio, la decisión definitiva de alejar el Prestige aún no había sido tomada. Se hará oficial unas horas después de que el inspector Serafín Díaz arrancara la máquina tras superar las reservas de la tripulación. Se plantean llevar a la Guardia Civil a bordo e, incluso, la Armada se ofrece a enviar un comando militar «si hace falta». El pronóstico de los responsables técnicos se hace realidad poco después, cuando desde la prefectura de Brest, en Francia, protestan formalmente por el rumbo noroeste del petrolero. De nuevo los expertos de la Administración marítima española se adelantan a los acontecimientos. La costa gala, desde Las Landas hasta Bretaña, resultaría contaminada por el vertido a partir de enero del 2003. Sus afectados también estarán en el juicio del día 16.