La unidad especial contra los incendios forestales de la Guardia Civil investigó a 459 sospechosos y detuvo a 99

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La unidad de helicópteros es capaz de divisar un fuego a 30 kilómetros de distancia.
La unidad de helicópteros es capaz de divisar un fuego a 30 kilómetros de distancia. sandra alonso< / span>

El balance de la Unidad de Prevención del Crimen Incendiario de los últimos 15 años sitúa en los 1.300 el número de detenidos e imputados por incendio forestal en Galicia

27 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Un tercio de las 300 detenciones que ha efectuado en lo que va de año la Unidad de Prevención del Crimen Incendiario (UPCI) de la Guardia Civil en toda España se produjeron en Galicia. En total, 99 arrestados e imputados en la comunidad. Los investigados son más. Entre sospechosos y personas con antecedentes, hay 459 gallegos a los que ha vigilado este grupo, coordinado por el teniente Jesús Ponte Pintor, un experto en la materia coautor del libro Los incendios forestales en Galicia y su investigación.

El balance de la UPCI de los últimos quince años sitúa en los 1.300 el número de detenidos e imputados por incendio forestal en Galicia. Una media de 86 al año. En estos tres lustros, la unidad ha avanzado mucho en la investigación de estos delitos. Actúan en tierra y desde el aire con la unidad de helicópteros UHEL-71, que les permite detectar hasta a 30 kilómetros de distancia columnas de humo y localizar a posibles sospechosos.

Su trabajo se centra en analizar las causas de los fuegos y buscar a sus autores. El teniente Ponte Pintor advierte que no es correcto hablar de pirómanos, sino de incendiarios. «De los 459 investigados, los que de verdad nos preocupan son sesenta, y de estos, solo diez son pirómanos. Es decir, personas que están enfermas. El resto provocan los fuegos intencionadamente por lucro o por maldad», explica.

El perfil del incendiario es el de un reincidente que causa los incendios al prender fuego sin autorización para obtener pasto o para convertir terreno forestal en agrícola. «Los pirómanos de verdad son pocos y están controlados», añade el coordinador de la UPCI, que reclama más colaboración ciudadana porque con frecuencia los causantes de fuegos son protegidos por sus vecinos.