Un divorcio que llega tras un último año tormentoso

m. a. ourense / la voz

GALICIA

26 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

No es la primera vez que la relación de Francisco Rodríguez y Pachi Vázquez se compara con la de una pareja. Su noviazgo político duró más de una década sin que nada pareciese poder quebrantarlo, pero, como suele ocurrir, esta relación estaba desequilibrada. Ambos sabían quién llevaba los pantalones. Todo fue bien así hasta que Rodríguez se afianzó como alcalde de la capital y, según explica un miembro de la dirección provincial, «quiso empezar a volar solo». A partir de entonces el desencuentro se desarrolló en tres actos.

primer roce

Las listas para las generales. El alcalde de Ourense empezó a marcar distancias con Pachi Vázquez cuando propuso a la exministra Elena Espinosa como candidata por la provincia para las generales de noviembre del año pasado frente a la protegida del secretario general, Laura Seara. Rodríguez perdió el pulso. Ambos restaron importancia a su primer roce argumentado que era una discrepancia puntual. Sin embargo, el enfrentamiento directo estaba por llegar.

enfrentamiento directo

El congreso del PSdeG. La ruptura definitiva llegó con el apoyo de Francisco Rodríguez a la exministra Elena Espinosa, que en marzo pasado le disputó sin éxito el liderazgo del PSOE gallego a Pachi Vázquez. «Cuando en la vida te vas separando de alguien, no te enteras muy bien de cómo empezó todo», declaró entonces el secretario general en Vía V, de V Televisión.

separación

La candidatura de las autonómicas. Solo 24 horas después de que ambos escenificaran una supuesta reconciliación, la asamblea local -controlada por Francisco Rodríguez- afeó el pasado día 6 de septiembre a Pachi Vázquez situándolo por detrás de otros tres militantes. Fue la gota que colmó el vaso.

divorcio

El juzgado certificó la muerte de la relación. La operación Pokémon ha servido a Pachi Vázquez como un argumento más que razonable para librarse de Rodríguez. Quienes defienden al alcalde aseguran que su suspensión de militancia es una «decisión estalinista» y recuerdan que el propio Vázquez estaba imputado por acoso cuando encabezó la candidatura ourensana en las autonómicas del 2005.