Despedido por cantante

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

Una trabajador de baja participó en la gira de un grupo de hard-rock

24 ago 2012 . Actualizado a las 11:22 h.

Sufrió un accidente laboral en Trèves en abril del 2011. En principio, todo apuntaba a un breve período de baja para luego retomar su actividad laboral. Sin embargo, durante tres meses, el operario, del que no ha trascendido su identidad, no solo no mejoró, sino que aseguraba que cada vez iba a peor. «Le era imposible hacer correctamente cualquier movimiento de rehabilitación». Y eso que los facultativos no veían «mayores complicaciones» en la supuesta lesión.

Todo era mentira. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) acaba de dictaminar que el trabajador aprovechó parte del tiempo que estuvo de baja para acompañar al grupo de hard-rock The Mirage, del que es vocalista, en la gira de presentación de su último trabajo discográfico. En total, en mes y medio que estaba de baja «por una supuesta lesión en la zona de las cervicales de tal entidad que le impedía realizar su trabajo» recorrió más de ocho mil kilómetros en desplazamientos y participó en diez conciertos.

Ante estas circunstancias, Trèves optó por dar por concluida la relación laboral. No obstante, el cantante entendió que no podía ser objeto de un despido disciplinario y buscó el amparo del TSXG. Y los tribunales le dieron la razón a la empresa pontevedresa. No solo eso, sino que entienden que el trabajador actuó «de manera fraudulenta» con respecto a la compañía.

La representación legal de esta empresa reseñó que las propias circunstancias del accidente laboral fueron de por sí llamativas. No en vano, el trabajador fue golpeado por una carretilla a escasa velocidad, sin que esta maquinaria ni su conductor «sufrieran daño alguno».

«Entrega y desgaste»

Durante la baja, The Mirage seguía con su gira por toda España con lo que eso conlleva: «Una entrega, un desgaste y un ejercicio físico que a todas luces es irreconciliable con su situación de baja laboral». La conclusión es evidente: su presencia en los conciertos «demuestra que se encontraba en condiciones de llevar a cabo las labores propias de su profesión habitual».

Y por tanto, confirma su despido disciplinario al romperse el equilibrio de las relaciones entre el trabajador y la firma.