El incendio de O Barco fue el más importante, pero no el único de los que se declararon ayer en Galicia. Sin salir de Ourense, un fuego que comenzó en Cabanas (San Xoán de Río) a las tres y media de la tarde arrasó más de 40 hectáreas de monte y se propagó al concello lucense de Ribas de Sil. Dos agentes forestales, nueve brigadas, un Grumir, cuatro motobombas, dos helicópteros y ocho aviones trataron de apagarlo. Precisamente en Peites (Ribas de Sil) se quemaron 70 hectáreas en un fuego que al cierre de esta edición continuaba activo. Un técnico, tres agentes forestales, nueve brigadas, cinco motobombas, una pala y tres aviones trabajaron en él.
En la provincia de Lugo hubo otros focos de llamas. En Trasmonte (Friol) ardieron 50 hectáreas, mientras que en Ribeira (Navia de Suarna) un fuego que comenzó en Asturias había calcinado 30 hectáreas a las nueve de la noche, último dato oficial proporcionado por la Consellería do Medio Rural. Trabajaban en su extinción un técnico, cuatro agentes forestales, trece brigadas, siete motobombas, una pala y un helicóptero.
Plan para el macizo central
Y el mismo día en que Galicia ardía, desde Xóvenes Agricultores de Trives recordaban que todavía está pendiente la elaboración de un plan de recuperación del macizo central ourensano, que fue pasto de las llamas el pasado octubre.