Airnor, una empresa orgullosa de su labor sanitaria que nunca ha cancelado vuelos

nacho mirás SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La aeronave siniestrada cerca de Lavacolla, el pasado mayo en el aeropuerto de Oporto.
La aeronave siniestrada cerca de Lavacolla, el pasado mayo en el aeropuerto de Oporto. antÓnio terra< / span>

Daniel Fernández y Álex Bueno, dos pilotos jóvenes pero experimentados

03 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Julio Dorado Álvarez, un apasionado de la aviación nacido en Vilardevós hace 59 años, creó la empresa Aeronaves del Noroeste (Airnor) a finales de los años ochenta. En esa época, el reactor Cessna 500 Citation que se estrelló ayer ya tenía muchas horas de vuelo, pues fue fabricado en 1974. Tras formar parte de las flotas de compañías de Alemania, Italia y Suiza, recaló en Airnor hace aproximadamente una década y, además de realizar transportes sanitarios, era utilizado, junto a otros dos aviones de la misma empresa, para servicios de aerotaxi o vuelos de empresas. La tarifa, en torno a 2.500 euros la hora.

Airnor, que ayer eludió facilitar información alguna en torno al accidente o a las características del jet siniestrado, tiene sede en el helipuerto de Guillade (Ponteareas), donde cuenta con una nave y taller de mantenimiento, así como tres helisuperficies. Esta es la base de sus cuatro helicópteros, y la de sus aviones es Lavacolla, aunque también opera en Torrejón de Ardoz y en el aeródromo toledano de Almorox. Después de una etapa en Venezuela, donde practicó la aviación como aficionado, ya de regreso en Galicia, Dorado convirtió su pasión en profesión. Su primer trabajo fue de fotografía aérea, tomando imágenes del naufragio del Casón, y nunca dejó las filmaciones desde el aire, ya fuera para películas como Mar adentro o Los lunes al sol, para numerosos documentales de televisión o para exitosas grabaciones publicitarias como la campaña Vivamos como galegos.

También trabajan en extinción de incendios, inspección de grandes instalaciones y hasta en servicios turísticos. Pero una de las actividades de las que Dorado y sus 15 empleados se han sentido siempre más orgullosos es la sanitaria, ya fuera transportando enfermos, médicos u órganos. En Galicia trabajan para los servicios de trasplantes de los complejos hospitalarios de Santiago y A Coruña, tarea en la que están de guardia las veinticuatro horas, todos los días del año, para volar en el momento que sea necesario. En más de diez años realizando transporte de órganos para trasplantes (hígados, pulmones o carazones), Airnor se jacta de no haber tenido que cancelar nunca un vuelo. El lema de la empresa estaba grabado en el fuselaje que quedó destrozado en la arboleda próxima a Lavacolla: «Volamos y velamos por usted».

El piloto Daniel Fernández Orgaz había nacido el 31 de enero de 1977; el copiloto, Alejandro Bueno Nilsson, nació el 2 de febrero de 1975 en Barcelona. Ambos tenían años de experiencia.