Hicieron más de 10.000 llamadas a los colegios, por desabastecimiento
14 jul 2012 . Actualizado a las 15:43 h.Las farmacias gallegas han afrontado este mes una situación de caos y se vieron saturadas por no poder despachar la medicación que solicitaba la clientela o no tener acceso a ella. Eso provocó que realizasen más de 10.000 llamadas a los colegios farmacéuticos para tratar de solucionar la situación y no perjudicar a los pacientes.
En el Colegio de A Coruña atendieron desde el día 1 hasta media tarde de ayer 4.808 llamadas, con una media de casi 350 diarias, más del doble que en los meses anteriores, aunque en los días más conflictivos superaron las 500. Los otros tres colegios provinciales no tienen cuantificada la demanda, aunque el de Ourense indica que atendieron «unas 1.200 por incidencias del copago y 1.500 por el problema de los precios», 2.700, según valora su presidente, Vicente Álvarez. La presidenta de Lugo, Ana Prieto, asegura que el personal del colegio nunca había afrontado una situación semejante «pues hubo días en que no pudieron hablar entre ellos, desde que llegaron hasta que se marcharon. En los últimos 15 años hubo muchas bajadas de precios de medicamentos, pero siempre se dieron períodos y plazos para adaptarse, no como ocurrió esta vez, que no lo sabíamos», sostiene. En todo caso, en Lugo y Pontevedra también atendieron miles de llamadas estas dos semanas por el mismo asunto.
La escasez e incluso desabastecimiento de varios fármacos de uso habitual se observa desde el martes de la semana pasada, y ha ocasionado problemas a «miles de pacientes», valora el Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña. Esta entidad exige en un escrito enviado ayer al Ministerio de Sanidad que se tomen medidas para que no se repita la situación. Responsabiliza de este «trastorno» a la última actualización trimestral de precios de medicamentos realizada por el ministerio «sin previa comunicación a las farmacias, la distribución, los médicos o los laboratorios», indica.
Dudas sobre laboratorios
El Colegio de Ourense, con apoyo de los de Lugo y A Coruña, expuso la situación a la Agencia Española del Medicamento en un escrito oficial. Señala a cuatro laboratorios, Sumol, Asol, Aurobindo y Bluefish «de los que no tenemos referencias» a pesar de que «nos vemos obligados a dispensar medicamentos genéricos» que comercializan y son los que se financian a los beneficiarios del sistema de salud. Resalta dificultades para comunicarse con esos laboratorios y expresa «serias dudas» sobre su funcionamiento. Esa situación originó parte del desabastecimiento de fármacos y obligó a la Xunta a habilitar provisionalmente otros, de precio superior, para evitar mayores perjuicios a los pacientes.
Álvarez comunicó esta situación a la ministra de Sanidad, a la Consellería de Sanidade, al Colegio General de Colegios de Farmacéuticos y a los colegios médicos de Galicia.