Asume su responsabilidad y dice que se debe a los nuevos materiales
07 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El fabricante del tren híbrido que desde su estreno, el 17 de junio pasado, está ocasionando contratiempos a cientos de usuarios del servicio Alvia S-730 ya tiene diagnóstico para las incidencias reiteradas en este servicio. Talgo considera que la sucesión de fallos que ha llevado a Renfe a abrir un expediente a la empresa encajan en lo que los técnicos llaman «enfermedades de infancia», que se producen cuando el material nuevo está todavía en período de rodaje. La compañía asume la responsabilidad, pide disculpas a los usuarios y asegura que tiene a sus mejores ingenieros trabajando para evitar nuevos fallos.
El último incidente de un rosario de anomalías que están costando miles de euros en indemnizaciones a los viajeros tuvo lugar en la tarde del jueves. Un fallo electrónico en el motor diésel del híbrido obligó a trasladar a 500 pasajeros desde la localidad zamorana de San Pedro de las Herrerías hasta Galicia. La avería detuvo el tren en un tramo de vía única, por lo que bloqueó también la circulación del que realizaba el trayecto en dirección a Madrid. Renfe comunicó la apertura del expediente al fabricante de un tren que combina tracción eléctrica y diésel para alternar la vía convencional y el trazado de alta velocidad, con lo que reduce a menos de 7 horas el viaje a Madrid.
Pese a las pruebas de homologación y las numerosas simulaciones comerciales y recorridos de formación del personal de conducción realizados en los meses previos, desde su puesta en servicio los híbridos acumulan incidencias que, según Renfe, son «imposibles de detectar durante el período de pruebas». La operadora relaciona los retrasos con averías en el tren, en el sistema de señalización y en la propia infraestructura, aunque también se han detectado fallos en el sistema híbrido y en el desarrollo de la circulación.
Plan de mejora de la fiabilidad
Conscientes de que el híbrido no sería inmune a las «enfermedades de infancia», desde el inicio de su explotación técnicos de Renfe y del consorcio Talgo-Bombardier siguen con lupa el Alvia S-730. De esas reuniones han salido varias medidas. El fabricante ha habilitado un plan de mejora de la fiabilidad. Se han reforzado los acompañamientos y apoyo a maquinistas en las operaciones más complejas. Y se han establecido medidas operativas con el ADIF para minimizar retrasos por fallos del sistema de señalización.
Talgo habla de «pequeños fallos, muchos de tipo electrónico, con sistemas muy sofisticados que al menor desajuste paran el tren». Advierte que «sería temerario» garantizar que no habrá más incidencias «hasta que pase un tiempo», aunque dice que «lo normal es que no aparezcan nuevos fallos». Talgo sufragará la devolución del importe del billete a los 500 afectados. El sistema de indemnizaciones de Renfe establece el reintegro del 25 % del precio del billete cuando el retraso es igual o superior a 20 minutos; del 50 %, si llega a 40; y del 100 % si alcanza la hora.