Con las elecciones autonómicas ya en el horizonte, los tres partidos con representación en el Parlamento autónomo abordaron ayer, desde posturas divergentes, la puesta en marcha hoy del nuevo modelo de copago farmacéutico. Los populares, a través de su secretario xeral, Alfonso Rueda, optaron por destacar la «moi boa nova» que supone el hecho de que los pensionistas de la comunidad, gracias al «baixo» nivel de déficit de la Xunta, no vayan a tener que adelantar el coste de sus medicamentos, más allá de los ocho euros por mes exigidos como tope para los de rentas inferiores a los 18.000 euros anuales. Por su parte, el líder de los socialistas, Pachi Vázquez, calificó la implantación del sistema de «decisión ideolóxica da dereita», al tiempo que se comprometió a, si tras los comicios se hace con el Gobierno, importar aquí medidas como la del Ejecutivo vasco, que ha decidido eximir a los pensionistas de aquella comunidad de abonar medicinas. Entretanto, el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, dijo que Galicia está «en estado de autentica emerxencia nacional» por los recortes y la merma de derechos provocadas por medidas como esta. Es más, definió la política de Rajoy como un «saqueo ao pobo».