Las cuatro corrientes que tienen abierto un proceso de diálogo para construir un proyecto nacionalista alternativo al BNG retomarán esta tarde las conversaciones en una reunión que ha estado marcada previamente por las desavenencias entre los irmandiños de Beiras y el resto de los grupos. Esta tarde se sabrá si Máis Galiza, Acción Galega y Ecogaleguistas, partidarios de escenificar públicamente cuanto antes la alianza, deciden finalmente sacar un manifiesto conjunto en caso de no llegar a ningún acuerdo con el Encontro Irmandiño (EI), que se mantiene inamovible en su postura de que primero se construya el proceso por abajo, desde las bases, y luego se visualice a la sociedad.
El pulso por marcar los tiempos en la construcción del nuevo proyecto es, por ahora, la diferencia más visible entre los dos polos principales de la alianza, Máis Galiza y los irmandiños, que ya fueron de la mano en la candidatura que se enfrentó a la UPG en la última asamblea del Bloque.
Las familias llamadas a entenderse en una alternativa que compita políticamente en el espacio electoral del Bloque también deberán en el futuro limar divergencias ideológicas para articular un programa; más allá de los tiempos de construcción del proyecto (la fecha de las elecciones autonómicas no está anunciada) o del modelo organizativo, en la alternativa al BNG tendrían que convivir bajo el mismo paraguas dos sensibilidades: una más marcada por las coordenadas de la izquierda y el soberanismo (que goza de amplio apoyo en las bases de Encontro Irmandiño y en sectores de Máis Galiza) y otra que se mueve más en los ejes del centrismo y del galleguismo, como es el caso de Acción Galega.