A Coruña será la base de los radares contra el narcotráfico de toda la costa cantábrica

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

El centro de control vigilará Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco

24 abr 2012 . Actualizado a las 09:26 h.

Uno de los proyectos más ambiciosos del Ministerio del Interior tendrá en A Coruña uno de sus cerebros operativos. Y es que, tal y como adelantó ayer en Pontevedra el general jefe de la Guardia Civil en Galicia, Faustino Álvarez Sola, el instituto armado vigilará desde la ciudad herculina todo el litoral de la cornisa cantábrica y atlántica mediante radares: «El centro que coordine todo, en su momento, estará en A Coruña, pero no coordinará solo Galicia, sino también Asturias, Cantabria y el País Vasco».

En el marco de este proyecto, que se conoce como SIVE o Sistema Integrado de Vigilancia Exterior, ya se han construido, entre otros, los radares de Cíes, Ons y Sálvora. A este respecto, Álvarez Sola precisó que solo restan las conexiones correspondientes para «empezar a funcionar».

La misiones de esta red de radares costeros no se limita a una mera vigilancia y control de la costa. Así, recordó que el SIVE nació para poner freno a la llegada masiva de pateras a las costas de Andalucía y Canarias, una circunstancia que no se da en la comunidad gallega: «Aquí es más cuestión de drogas».

De este modo, los radares serán un arma contra el narcotráfico, algo que por otra parte ya es una realidad en otros puntos del territorio nacional, así como en la persecución de otro tipo de delitos. En este sentido, el SIVE puede realizar seguimientos de sentinazos o de otros delitos medioambientales, así como puede ser útil a la hora de combatir infracciones relacionadas con el tráfico piscícola o la pesca.

Asimismo, esta tecnología de fabricación española -detrás del proyecto se encuentra la firma Indra- puede ser empleada en emergencias marítimas.

No obstante, todos coinciden que será la lucha contra el tráfico de estupefacientes su principal cometido. Y eso en una época en la que el propio Álvarez Sola reconoció que «no hay un repunte en el tráfico de drogas. Creo que, incluso, es al revés. Hay menos que antes».

En cuanto a la fecha en que la iniciativa pueda estar plenamente operativa, no pudo dar una fecha concreta. Simplemente se limitó a señalar que todo dependerá de los técnicos, si bien creía que «será a corto plazo».

A nivel técnico, las estaciones de radar, como la ubicada en Ons, se complementarán con unidades móviles de vigilancia (UMV), las cuales estarán instaladas en lanchas o vehículos terrestres. Unas y otras disponen de sistemas capaces de identificar una embarcación a cinco kilómetros, tanto de día como de noche.

Con una inversión de 7,5 millones de euros, la Guardia Civil confía en que el SIVE sea un complemento en la vigilancia del mar territorial español. A este respecto, el máximo responsable del instituto armado en la comunidad gallega reconoció, eso sí, que para que este proyecto sea toda una realidad «hace que sigan viniendo los fondos para poner los medios».

Y es que, pese a que Interior es el ministerio que probablemente ha visto reducido en menor medida su presupuesto con respecto al resto de carteras, Álvarez Sola asumió que el cuerpo tendrá que apretarse el cinturón. Más si cabe si se cumple su augurio de que las plantillas verán reducido su personal.

En este sentido, explicó que, a día de hoy, los puestos y comandancias de Galicia «en cuestión de plantillas están relativamente bien, porque la mayor parte de la gente que hay son gallegos». Sin embargo, advirtió que, en un futuro, la escasa oferta de empleo público puede generar algunas deficiencias y problemas, sobre todo cuando comience a haber vacantes que no se puedan cubrir adecuadamente. «Es decir, bajará algo la plantilla, pero lo hará en todas las partes de España. No solo aquí», remarcó.

Los radares fijos se conjugarán con unidades móviles en lanchas o coches