El Bloque intenta darle más proyección a su candidato a la Xunta, eclipsado durante meses por el protagonismo de Guillerme Vázquez
22 abr 2012 . Actualizado a las 07:03 h.Esta semana se cumplirán tres meses de la asamblea más populosa del BNG, marcada por la pasión y el sacrificio vividos en el mercado de ganado de Amio, donde la militancia impulsó al diputado Francisco Jorquera como candidato a la presidencia de la Xunta, revalidando a Guillerme Vázquez como portavoz nacional de la organización. Y casi con la misma determinación, la mayoría le daba la espalda a Xosé Manuel Beiras y a sus seguidores, mostrándole la puerta de salida del Bloque que franquearon en las semanas siguientes. Fue precisamente este desenlace lo que convirtió el pabellón de Amio en un matadero, en el que se derribó la casa común del nacionalismo gallego.
Y transcurrido un trimestre desde Amio, el nacionalismo aún no ha logrado enderezar su rumbo. Del lado de los escindidos, el torrente de siglas de pequeños partidos (EN, EI, PNG-PG, +G, AG, EcoGal...) intenta superar la sibilina lucha de egos para fraguar un proyecto común en torno a un liderazgo que muchos le niegan a Beiras, mientras del lado del BNG el problema estriba en que su liderazgo, pese a estar fraguado, no acaba de emerger.
«¿Onde está Jorquera?». La pregunta la planteaba en el último consello nacional del BNG un dirigente próximo a Carlos Aymerich para subrayar el relajo con que se está tomando la dirección la promoción de su candidato. De hecho, en los últimos tres meses, el diputado Jorquera solo actuó una sola vez como presidenciable, cuando visitó las zonas devastadas por el fuego en las fragas del Eume, pues en los demás asuntos de la actualidad el espacio mediático lo capitalizó Guillerme Vázquez.
La necesidad de pedirle a Vázquez que se haga a un lado y de de darle un altofalante a Jorquera se abordó en el seno de la UPG, la organización hegemónica del Bloque, y este fin de semana empezó a ensayarse con dos actos públicos protagonizados por el candidato.
El que tuvo lugar ayer en Ourense, con motivo de la celebración de la asamblea comarcal, da la medida de la solución arbitrada. Vázquez y Jorquera acudieron a la reunión, pero el primero se escabulló de los periodistas, dejándole la palabra al diputado en el Congreso. Es decir, todo lo contrario a lo ocurrido con las declaraciones relacionadas con la escisión del BNG, las mociones de censura de Cee, las declaraciones sobre los recortes del PP o el affaire Conde Roa, en lo que el portavoz nacional eclipsó totalmente al candidato.
En lo sucesivo, Francisco Jorquera, el humble man u hombre tranquilo, como lo definió un compañero del Congreso, es previsible que inicie una gira para darse a conocer más entre las bases. Pero está por ver si realmente se decidirá ya a dejar su escaño en Madrid para centrarse en Galicia, como reclaman que haga algunas voces en el BNG, o si pospondrá más el arranque de la precampaña de las autonómicas.
Convención nacional en mayo
Repuesta del impacto de la escisión del Encontro Irmandiño de Beiras y de Máis Galiza, la dirección del BNG hizo recuento de fuerzas y ha empezado a mover su aparato para afrontar las autonómicas. Y para lanzar la candidatura de Francisco Jorquera a la Xunta prepara la celebración de una convención nacional que tendría lugar a mediados de mayo -una de las fechas posibles es el día 13, domingo-, para intentar rearmarse antes de que lo hagan todas las facciones que se han marchado siguiendo a Beiras.