
Ambos disparos le alcanzaron en la cabeza, uno de ellos en un ojo
10 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.María Paz Angelita Loureiro López, la mujer de Lalín asesinada el pasado viernes en su casa de la parroquia de Goiás, recibió dos impactos de bala en la cabeza, en vez de uno, como se pensaba en un principio. La primera bala encontrada era del calibre 6,35, una munición utilizada previsiblemente por una pistola de pequeño tamaño. Cuando fue encontrada a las 12.51 horas del viernes por su prima y la hija de esta, la septuagenaria se encontraba inconsciente y sangraba abundantemente por la cabeza. Tras ser trasladada en helicóptero, falleció a las 23.00 horas en el Hospital Clínico de Santiago.
Los golpes que tenía en la cara y en la nuca hicieron pensar en un primer momento a los familiares en una caída. Fue después cuando se detectó el primer impacto de bala, al que se añadiría después un segundo.
El cuerpo de Angelita Loureiro se encontraba detrás de la puerta, por lo que no se descarta la hipótesis de que pudieran haberle disparado nada más abrir. La investigación continúa en marcha y de momento no ha trascendido si los golpes que presentaba en la cara y en la nuca pudieron deberse a las huellas dejadas en el rostro por los impactos de bala y la posterior caída del cuerpo al suelo o si, por el contrario, la mujer pudo ser agredida antes de ser asesinada a tiros.
La instrucción de las diligencias y la investigación la está llevando a cabo la policía judicial de la Guardia Civil de Pontevedra y agentes de la policía judicial de Lalín, junto con el Laboratorio de Criminalística de Pontevedra, que se encargó del análisis y la recogida de muestras de la casa y del escenario del crimen.
Mientras la investigación continúa, ayer la iglesia de la parroquia lalinense de Goiás congregó a numerosos vecinos que dieron el último adiós a Angelita Loureiro. El féretro, cubierto por un ramo de rosas blancas, fue portado a hombros por los empleados de la funeraria, detrás de los cuales entraron sus familiares más allegados, su hermano y su prima, junto con sus sobrinos, entre otros. Quien no asistió al funeral fue su hijo, Antonio Sala Loureiro, que al parecer se encuentra fuera.
Los vecinos comentaban con estupor el suceso y buscaban culpables, a la vez que se hacían eco de las fuertes desavenencias entre la fallecida y alguno de sus familiares directos. La muerte de Angelita Loureiro, de 71 años, conmocionó a los habitantes de esta parroquia lalinense, que ayer seguían sin explicarse esta muerte violenta y deseaban que se esclarecieran los hechos lo más rápidamente posible y se detuviese a los culpables.
La casa de la mujer, situada muy cerca de la rotonda de Eroski, a la salida de Lalín, permanecía ayer precintada. Durante la jornada agentes de la investigación estuvieron de nuevo en la casa revisando cada rincón a la busca de nuevos indicios sobre el crimen.
Funeral en San Simón da Costa
Por otra parte, numerosos vecinos de la zona de San Simón da Costa, en Vilalba, asistieron ayer a la misa de funeral de Felicitas López Graña, muerta de un hachazo en la cabeza en la tarde del pasado miércoles. Sus restos ya habían sido depositados en el panteón familiar el pasado viernes. Mientras, el presunto autor del homicidio sigue ingresado en el módulo de custodia del hospital de Lugo bajo la supervisión de los psiquiatras.
Su hijo no asistió ayer al funeral, celebrado en la iglesia parroquial de Goiás