Siete incendios y casi 400 hectáreas de monte quemado

R. Ramos / M. Hermida LALÍN, BARBANZA / LA VOZ

GALICIA

Marcos Míguez

Varios focos en Silleda obligaron a cortar el tráfico en la N-640. También ardió el monte en Barbanza y Ourense

28 mar 2012 . Actualizado a las 11:17 h.

Siete incendios calcinaron ayer casi 400 hectáreas de monte en una jornada marcada por el fuego en Galicia. Además del de Castrelo do Val, en la parroquia de Moalde, en Silleda, a las 21.00 horas, un cambio del viento reavivó un fuego que había quedado controlado una hora antes y en el que, según las estimaciones de Medio Rural, ardieron al menos 30 hectáreas. Las llamas llegaron a rodear casas de los núcleos de Rabo de Gato, Casa María y Xindiriz, adonde acudieron los bomberos. Los prados colindantes hicieron de cortafuegos y evitaron daños en las viviendas. Las cuadrillas vivieron también momentos de apuro, alguno integrante llegó incluso a ver en peligro su vida. Las brigadas se tuvieron que enfrentar a más de media docena de focos ubicados a un lado y a otro de la N-640, que tuvo que ser cortada. El fuego afectó también en parte a terrenos de la Red Natura 2000.

Mientras, en la comarca coruñesa de Barbanza, sobre las 14.00 horas de ayer quedó extinguido un foco que calcinó 62 hectáreas en Outes, y que se inició el lunes. Y, ya a última hora de la tarde, las alarmas saltaron en Ribeira porque se volvió a registrar un incendio cercano a la autovía, en una zona que ya había ardido hace unos días. Al cierre de esta edición, cuando los medios antiincendios continuaban en la zona, se hablaba de cinco focos.

En Muxía, a las 19.35 horas quedó controlado un incendio iniciado cinco horas antes en la parroquia de San Tirso y en el que ardieron sesenta hectáreas de arbolado. En Vilar de Astrés, en Ourense, se quemaron ya más de veinte hectáreas en un fuego que a las 21.00 horas de ayer permanecía activo y que comenzó a las 17.13. En Crecente, en Pontevedra, la Xunta decretó durante un tiempo nivel uno por el riesgo de un incendio que se aproximó a un aserradero y a viviendas. El fuego calcinó ya entre diez y quince hectáreas.