El «Patiño» se prepara para atacar las bases piratas en Somalia

mateo balín A BORDO DEL «PATIÑO» / COLPISA

GALICIA

Emilio Naranjo / EFE

El príncipe destaca la labor «impagable» del buque con base en Ferrol

22 mar 2012 . Actualizado a las 09:36 h.

Vestido de capitán de fragata, con el distintivo Borbón bien visible en su camisa blanca, el príncipe de Asturias subió ayer a bordo del buque de combate Patiño, con base en Ferrol y que combate en aguas del océano Índico la piratería somalí, para agradecer la «impagable» labor de los marinos y militares que conforman su tripulación.

Don Felipe retomó así la tradición de visitar a las tropas en el exterior, algo que no hacía desde las Navidades del 2008 en el Líbano. Su simbólica presencia, apenas unas horas, llega en un momento crucial para la operación Atalanta de la UE, ya que mañana, con toda seguridad, se aprobará en Bruselas la nueva estrategia de la misión aeronaval en una cumbre de los ministros europeos de Asuntos Exteriores y Defensa que arranca hoy.

Combate en tierra

El plan permite combatir en tierra las bases de los piratas somalíes. Se trata de llevar a cabo «ataques quirúrgicos» por mar y aire contra los centros logísticos, esquifes sin tripulación y depósitos de combustible ubicados en el centro y norte de Somalia. Todo ello con la premisa de minimizar riesgos y evitar los «daños colaterales», es decir, víctimas civiles.

Mientras en los despachos de Bruselas se diseña el plan de ataque, con algunas reticencias de Alemania ya solventadas según aseguran fuentes de Defensa, en el mar ya se respira un ambiente de cambios en la misión.

Los medios navales y aéreos españoles que participan en la operación Atalanta -el patrullero de altura Infanta Elena, el Patiño y un avión de vigilancia D4-, ya se preparan para la ofensiva terrestre.

Al Patiño, sin ir más lejos, se incorporó hace dos semanas un grupo de fuerza naval, la unidad de ataque más preparada de la Armada. Unas decenas de marinos, dotados de sofisticados medios materiales y armas de última tecnología, permanecerán en el buque hasta que concluya la rotación de su misión, a mediados de abril. Su presencia es un signo de los nuevos tiempos que se avecinan en la operación antipiratería, admiten los mandos del Patiño.

Pese al «éxito» que ha supuesto la presencia de fragatas de guerra en el Índico para reducir la actividad pirata, don Felipe reconoció ayer la «complejidad» y los riesgos de la misión, que comenzó en el 2008.

Previamente, el contraalmirante gallego Jorge Manso, jefe de la Fuerza Naval europea, asumió que los piratas siguen siendo una «amenaza real», pese a que «están sintiendo nuestra presión», dijo ayer ante el príncipe de Asturias el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante Fernando García Sánchez.