El PSOE carnotano estudia tomar represalias y no apoyar al regidor nacionalista
20 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La moción de censura que BNG y PP de Muros (9.565 habitantes) están dispuestos a presentar para quitar el poder al PSOE podría tener sus consecuencias más inmediatas en el vecino Ayuntamiento de Carnota. Esta afirmación fue realizada el fin de semana por destacados militantes socialistas, también de Muros, tras conocer el resultado a favor de la votación del BNG para iniciar los contactos con el PP con el objetivo de hacer prosperar dicha moción. «Esto non lle sairá gratis ao BNG. Se perdemos a alcaldía de Muros, o Bloque perderá o mando nos concellos onde dependan de nós para gobernar».
El PSOE carnotano mantiene muy buenas relaciones con sus compañeros de partido en Muros, lo que podría dar pie a un efecto dominó que terminaría con el gobierno en minoría que el BNG ejerce en Carnota (4.834 vecinos), con Ramón Noceda de alcalde, tal y como aseguraron públicamente militantes socialistas muradanos. En el BNG, esta afirmación era secundada el pasado sábado ante la sede del partido en Muros por sus militantes. Así, uno aseguraba que «se finalmente hai moción en Muros, de inmediato haberaa en Carnota».
Más allá del ámbito municipal, en el BNG los avances sobre la moción de censura que se van conociendo no son bien vistos. Es más, la dirección comarcal del partido ya comunicó a la portavoz municipal muradana, María Xosé Alfonso, que en el caso de seguir trabajando para sacar adelante la moción, tanto ella como el resto de los ediles que la apoyen se enfrentarán a un expediente sancionador que podría terminar con su expulsión del partido.
Advertencia interna
La política muradana, simpatizante de Máis Galiza que ha decidido permanecer en el BNG por el momento, mantuvo contactos la semana pasada con los responsables del partido en la comarca de Muros-Noia. Durante ese encuentro, a Alfonso se le notificó que la intención del BNG es no facilitar al PP que gobierne en más ayuntamientos. Es más, en el partido liderado por Guillerme Vázquez aseguraban ayer que las normas son iguales para todos los militantes, en alusión al conflicto vivido tras las pasadas municipales de mayo en la misma comarca: «En Noia, despois das eleccións de maio, o candidato do BNG tivo a oportunidade de pactar co PP en vez de facelo co PSOE para sacar adiante unha promesa electoral importante, pero tivo que adaptarse ao marcado pola dirección do partido, en contra do que lle demandaba un sector da militancia que casualmente agora está en Máis Galiza».
María Xosé Alfonso, por su parte, reconocía ayer los primeros contactos mantenidos con los responsables del BNG en la comarca, pero sin entrar a valorar las advertencias que estos le hicieron. «A militancia falou e pediu que iniciemos os contactos co PP. Antes falarei coa executiva nacional do BNG para explicarlle as particularidades do caso de Muros». Mientras, en la ejecutiva nacional de los frentistas, un representante explicaba ayer que la consigna del partido sigue siendo la misma ahora que en mayo: «Evitar que o PP goberne en máis municipios». Es por eso, que en el BNG esperan que María Xosé Alfonso no comience los contactos con el PP sin la autorización de la ejecutiva nacional.
La posible moción de censura en Muros fue el tema de conversación dominante en todos los foros locales. Los vecinos consideran que detrás de esta iniciativa priman más las posturas personales que de gestión municipal. Los muradanos tampoco entienden que tanto socialistas como frentistas no hagan nada por limar sus diferencias, latentes desde el pleno de investidura de la pasada primavera en cada sesión plenaria celebrada desde entonces.
También es una opinión mayoritaria el hecho de que «aquí aínda non se asumiron os resultados das pasadas eleccións. Todos pensaban en gañar, pero o pobo votou como mellor lle pareceu. Uns e outros temos que aceptar o resultado e os políticos teñen que pensar máis no pobo que neles, e non nos seus soldos e no que poidan gañar eles e máis os seus partidos», señalaba otro vecino ayer.
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