Tendiendo su mano para la búsqueda de «consenso» y de «acordos» que permitan abordar los problemas que hoy tiene Galicia. Con este tono arrancó el líder del PSdeG-PSOE, Pachi Vázquez, su primera intervención en el debate del estado de la autonomía, en la que puso la carga semántica en advertir que los ciudadanos de la comunidad viven hoy mucho peor que hace tres años, cuando Feijoo accedió a la presidencia de la Xunta.
Vázquez dijo que Feijoo perdió la oportunidad para «facer balance» de su mandato, y denunció que en vez de ello optó «pola fuxida cara adiante», desgranando nuevas promesas, dijo, «para ver si así a xente se esquece das anteriores promesas». El dirigente socialista repasó área a área los supuestos incumplimientos del Ejecutivo, recordándole las cifras del paro, el declive del naval, la caída de la producción industrial o remarcando que en la agricultura se perdieron uno de cada 10 empleos en Galicia, mientras que en el conjunto de España se perdieron uno de cada cien.
Frente a este escenario, Pachi Vázquez mostró como nunca lo había hecho antes su capacidad propositiva, detallando una serie de medidas dirigidas a aumentar la capacidad recaudatoria de la Administración gallega con el fin de generar recursos con los que atender las necesidades más acuciantes.
El líder socialista puso sobre la mesa propuestas como la posibilidad de introducir nuevos tipos fiscales para el tramo autonómico del IRPF de las rentas más elevadas, así como la creación de un nuevo impuesto para gravar los depósitos bancarios o una tasa medioambiental para las grandes superficies comerciales.
Se trataría, según Vázquez, de elevar en unos 500 millones de euros los recursos disponibles de la Xunta, que se destinarían a habilitar 25.000 becas contrato para estudiantes e investigadores, a promover contratos laborales para 20.000 jóvenes o a la conversión del Igape en una «axencia de crédito público a pemes e emprendedores».
También reprobó a Feijoo en los sectores productivos estratégicos, en el repliegue sobre el calendario para la llegada del AVE en el 2015 o en el incremento de las listas de espera sanitaria. Vázquez pidió un gran acuerdo para la salida de la crisis y, parafraseando a Bill Clinton, le espetó: «Se non se ve capaz, deixe paso», concluyó.