«En Venezuela se mata porque sí»

julio Á. fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El asesinato de Antonio Gil y el secuestro de Juan Cortés ponen de actualidad la realidad de un país con una gran inseguridad

13 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El pasado viernes, un año más, Antonio Gil Gil había acudido a la Hermandad Gallega a celebrar el cumpleaños de su esposa Ilda Martínez. Pasadas las once de la noche, la familia regresó a su domicilio en la urbanización Montecristo, en el barrio de Los Chorros, en la camioneta Toyota que habían dejado estacionada en una de las plantas del párking de la Hermandad Gallega, un auténtico búnker que ocupa toda una manzana en el corazón de Caracas.

Poco antes de medianoche, ya dentro de la urbanización, Ilda vio un Toyota Yaris sospechoso aparcado delante de su domicilio y avisó a su esposo. Antonio abrió el portón, aparcó en su estacionamiento de la Quinta Eddy y, cuando se disponía a cerrarlo, fue abordado por los ocupantes del Yaris, a punta se pistola, para que les entregase todo lo que llevaba encima. Se resistió y le dispararon.

¿Por qué? «Aquí en Venezuela se mata porque sí. Al gallego lo mataron porque se resistió. No hacerlo tampoco es un seguro de vida», explicó ayer telefónicamente a La Voz un agente de seguridad español que lleva un par de años trabajando en Caracas. Sobre el momento actual del clima de inseguridad crónico que reina en Venezuela desde hace más de una década, esta fuente, que pidió no ser identificada por razones elementales de seguridad -«los malandros también miran los periódicos en Internet»-, explicó que «aquí la gente en períodos electorales y preelectorales se revoluciona más, sube la tensión social y los delincuentes se meten en sitios donde antes raramente se metían».

Burbujas de seguridad, como la Hermandad Gallega o las equivalentes de las colonias portuguesa e italiana, que junto con la española son las más numerosas, cada vez son menos seguras, porque saben que a este tipo de instalaciones acuden personas con dinero, las esperan a la salida y las siguen».

¿Quien mata en Venezuela? Las bolsas de delincuentes armados hasta los dientes se localizan fundamentalmente en barrios de la periferia de Caracas, como el 23 de Enero o Petare. Allí tienen la base grupos paramilitares como La Piedrita, que el pasado fin de semana se enfrentaron entre ellos con un saldo de dos muertos. El domingo se permitieron el lujo de recorrer el centro de la ciudad con las dos carrozas fúnebres, dirigidos por Volentin Santana, sobre quien pesa una orden de captura refrendada por el propio Chávez. Nadie lo detuvo.

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