La entente Rajoy-Feijoo, a prueba

Gonzalo Bareño Canosa
gonzalo bareño MADRID / LA VOZ

GALICIA

Para el presidente de la Xunta va a ser muy difícil asumir a un año de las autonómicas el durísimo ajuste que pide Rajoy

06 mar 2012 . Actualizado a las 13:38 h.

El impacto del desafío lanzado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a la Unión Europea, al fijar para España un objetivo de déficit público en el 2012 del 5,8 % del PIB, obviando así el compromiso de rebajarlo hasta el 4,4 % que se había pactado con Bruselas, ha amortiguado el debate sobre el enorme sacrificio económico que supondrá rebajar 2,7 puntos de déficit en un solo año. El objetivo anterior era sencillamente incumplible, pero eso no quiere decir que el nuevo sea alcanzable sin un recorte severo en las prestaciones sociales y sin tocar la inversión en sanidad y educación.

En teoría, rebajar esos 2,7 puntos de déficit supondría un recorte de unos 29.000 millones de euros, pero con la actividad económica en caída libre y por tanto con menos ingresos por la vía fiscal, el esfuerzo ahorrador puede irse hasta los 40.000 millones. El Gobierno ya aprobó un recorte de 15.000 millones de euros el 30 de diciembre. Pero lo que ni Rajoy, ni Montoro, ni De Guindos dijeron el pasado viernes es que de los 25.000 millones restantes, la inmensa mayoría del esfuerzo va a recaer en las autonomías, que son las que asumen el gasto en educación y sanidad. El Estado central, de hecho, considera que ya tiene casi hechos sus deberes con el ajuste presupuestario y la subida de impuestos.

Mapa autonómico afín

Rajoy es consciente de que ese plan de cargar a las autonomías la parte mollar del recorte habría sido imposible si el PSOE conservara su pasado poder autonómico. La conflictividad social llegaría a extremos peligrosos. El líder del PP juega con la ventaja de un mapa autonómico que tras las elecciones andaluzas puede estar casi monopolizado por los populares. El esfuerzo se lo va a pedir Rajoy a presidentes de su propio partido. Pero la obediencia a las siglas tiene un límite. Y antes incluso de que se defina el reparto del sacrificio económico necesario, en el PP empiezan a surgir voces que consideran descabellado cargar al menos 15.000 millones de euros del nuevo ajuste a unas autonomías que están ya al borde del colapso financiero.

Fricción entre Rajoy y Feijoo

La unidad mostrada hasta ahora por los barones autonómicos del Partido Popular se va a poner por tanto a prueba dentro de muy poco. Hoy mismo, sin ir más lejos, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Para el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, va a ser muy difícil asumir a un año de las elecciones autonómicas ese durísimo ajuste, que va a cuestionar su discurso de que es posible una política de austeridad sin recortar prestaciones sanitarias y educativas.

Es previsible que en los próximos meses arrecie ese debate en el PP para tratar de que el Estado central asuma una mayor parte del coste político del ajuste. La lealtad de Núñez Feijoo hacia Rajoy está más que demostrada, pero eso no impide que las circunstancias económicas y el calendario puedan elevar la fricción entre el presidente del PP y uno de sus principales barones.