Diez de los alcaldes críticos aún no saben qué hacer

redacción / la voz

GALICIA

Cuatro han dejado el frente, cinco dicen que seguirán y muchos se posicionarán tras la asamblea de Máis Galiza

04 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Información elaborada con las aportaciones de L. C. Llera, M. Ascón, J. Alonso, M. Cuadrado, S. Garrido, N. Rodríguez, E. Araújo, M. Gago y C. Cortés

Se unieron para firmar la misma carta. Pero la política escribe con renglones torcidos y han seguido caminos distintos. De los 19 alcaldes que presentaron el manifiesto por un BNG «máis democrático e plural», cuatro han abandonado el frente, cinco expresan su intención de continuar en el Bloque y diez no han adoptado aún una decisión en firme. Muchos de los indecisos asocian su futuro a lo que suceda en la asamblea de Máis Galiza (+G), que se celebrará el 11 de marzo.

Los regidores de Arbo, Maceda, Manzaneda y Teo materializaron con una ruptura su desencuentro con la UPG, cuyas tesis se impusieron en el último Consello Nacional del BNG. En este grupo están presentes afinidades hacia las dos corrientes alternativas (Encontro Irmandiño y +G). Abrió la espita Xavier Simón (Arbo). Francisco Xavier Oviedo (Maceda) y David Rodríguez (Manzaneda) se despidieron del Bloque junto con todos sus ediles. Y Martiño Noriega (Teo), una de las cabezas visibles de los irmandiños, se fue y perdió el apoyo de dos concejales que se quedaron en el BNG y, con ello, la mayoría absoluta.

Los regidores de A Pobra de Brollón, Bueu, Monforte, Rianxo y Salceda de Caselas firmaron el mismo manifiesto que Noriega y compañía, pero han optado por permanecer fieles al Bloque. Severino Rodríguez (Monforte) sostiene que se presentó por unas siglas a las elecciones y no las va a abandonar ahora. Félix Juncal, alcalde de Bueu, defiende que esta postura es coherente porque supone intentar el cambio desde dentro. Él mismo se considera un «discrepante dentro do BNG». Sigue exigiendo un frente más plural, pero también cree que se pueden tender puentes entre diferentes sensibilidades. Sin embargo, su concejala Laura Ogando, de Encontro Irmandiño, sí solicitó la baja.

Con dudas

Entre los indecisos está Sandra González, alcaldesa de Tomiño y miembro de la ejecutiva nacionalista. Pertenece a Máis Galiza y señala que hasta que se celebre la asamblea de esta corriente no dará ningún paso. De +G están pendientes también los regidores de A Bola, A Mezquita, Arzúa y Zas.

Otros escrutan con su mirada la dirección del BNG. Xurxo Rodríguez (Castrelo de Miño) dice que si acuerda la salida, será «entre todos», pero sin pensar en +G. «As cousas hai que tomalas con tranquilidade, os prazos de Máis Galiza non nos condicionan», dice Xan Jardón (Vilar de Santos). Fernando Suárez (Ribadeo) asegura que solicitará la baja si el BNG no cambia su rumbo. Manuel Antelo (Vimianzo), que presume de ser «do BNG», critica que «Guillerme Vázquez e o seu equipo xestionen moi mal esta crise» y solicita que el Bloque se adapte a la sociedad. Orlando González (Mondoñedo) se marchó de vacaciones a Uruguay con intención de reflexionar sobre la cuestión.

En aquel manifiesto de los 19 había muchos versos sueltos.