Las universidades alertan del riesgo de subir las matrículas

La Voz E. ÁLVAREZ | SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Vigo y A Coruña sostienen que romperá el concepto de servicio público

27 feb 2012 . Actualizado a las 11:38 h.

La nueva normativa de autorización de títulos que acaba de aprobar la Consellería de Educación recoge que en el curso 2013-2014 podrán implantarse nuevos grados en Galicia. En el encuentro organizado por La Voz los rectores aseguraron que esta apertura del mapa de titulaciones «non será unha carta aos Reis Magos».

Nuevos títulos

Las universidades deben prepararse para que los grados tengan al menos 45 alumnos por curso, algo que exige el decreto de la Xunta. De ahí que la apertura del mapa, a partir del 2013, no sea para los rectores un «café para todos», sino una oportunidad para racionalizar. «É o momento para, nun contexto de cooperación intelixente, racionalizar a oferta de ensinanza», explica Salustiano Mato. El rector de Vigo insiste en que abrir el mapa de titulaciones «non é sortear novos títulos». Las universidades aseguran que más que crear grados, intentarán compartir y singularizar los existentes.

Bolonia, la casa por el tejado

La adaptación de las diplomaturas y las licenciaturas a grados tras la llamada declaración de Bolonia se hizo mal en España. Y de esta cadena de errores no se escapan las universidades. Se comenzó la casa por el tejado al iniciar el proceso por los másteres y no por los grados, y se abrió la mano a la multiplicación de posgrados. De hecho, ahora se están suprimiendo aquellos másteres que no alcanzaron ni un mínimo de cinco alumnos. «Fíxose algo mal, foi unha sucesión encadenada de pasapalabra. O ministerio pasou palabra ás comunidades, estas ás universidades, e nós aos profesores. Nós tivemos a nosa parte de responsabilidade por non dicir: non, eu non paso palabra», admite el rector de Vigo.

Armesto, rector de A Coruña, reconoce que aunque no es el momento de reestructurar los grados, recién implantados, sí se está aprovechando para mejorar los másteres, «e estamos facendo unha oferta conxunta onde aproveitamos recursos e sinerxias». De la misma opinión es su homólogo compostelano, Juan Casares: «Xa temos moitos másteres interuniversitarios, e ninguén fala do esforzo, porque o fixemos con financiamento a maiores cero».

Tasas de matrícula

La Consellería de Educación se mostró partidaria de que quien más tenga, más aporte en la matrícula universitaria. Entre los rectores, en este tema, no hay unanimidad total. Casares Long no descarta esta idea, siempre y cuando vaya acompañada de una política completa de becas. Salustiano Mato y Xosé Luís Armesto temen decisiones semejantes. Primero, porque incrementar las matrículas no supone un impacto económico considerable en las arcas de las universidades, pero sí social. Que las tasas pasen de suponer el 10 % del coste real al 15 % supondría, aproximadamente, subirlas un 50 %. «Iso é unha barbaridade, e iría na liña de que a universidade non é un servizo público, e de que se está a buscar un modelo diferente. Se iso é o que se pensa, é grave», afirma tajantemente Armesto.

Muy similares son los argumentos del rector de Vigo. «Facer unha modulación importante provocará un impacto social, que non compensa para o aumento de ingresos. O gran perigo de subir as taxas é romper o concepto de servizo público», explica Salustiano Mato. Casares mantiene un discurso diferente. Con una política de becas que permita que todos puedan acceder a la universidad, «iso nos permitiría que os que teñan moitos recursos puideran facer fronte a unha aproximación ao custe de funcionamento». Mato responde: «Vale, se a coartada son as bolsas, falemos de bolsas, pero mentres non mencionemos as taxas», concluye.

Nueva ley de universidades

A finales del pasado año, la Xunta remitió un borrador del anteproyecto de lo que será la nueva ley gallega de universidades. Los rectores ni siquiera la valoran. El de Vigo la tilda como «unha expresión de intereses onde se recopila todo o que se pode introducir nunha lei galega». Tampoco Armesto y Casares hacen crítica del documento, aunque sí consideran que es momento de colaborar y aportar. Porque si algo dejan claro es que hay que lograr un sistema equilibrado y coordinado. «Hai moitos ámbitos nos que traballamos xuntos, algo do que antes nin se falaba», concluye Casares Long.

Información elaborada con las aportaciones de María Jesús Fuente, Ana Lorenzo y Tamara Montero