La fractura interna de Máis Galiza en torno a la voluntad de escindirse o permanecer en el BNG propició que se desatara la creatividad de sus dirigentes en torno al modelo de partido que deberán fundar el próximo 11 de marzo, hasta el punto de encontrar una posición de consenso en torno a un esquema -inédito en toda España- sobre la posibilidad de crear un partido único del que formen parte militantes o simpatizantes con libertad para participar en dos referencias electorales con dos alternativas programáticas distintas: una la del Bloque, otra la que se pueda crear fuera.
Esta opción, inviable incluso para algunas voces de +G, es percibida como una fórmula dirigida a mantener la unidad de puertas afuera y ganar tiempo hasta el 11 de marzo, habida cuenta de que +G se da por fracturada. De hecho, lo más probable es que el partido de nuevo cuño se acabe quedando con la mayoría.
Aymerich intenta que las siglas caigan del lado de los unionistas y para eso intenta que la UPG haga gestos para compartir el poder del Bloque.
El PSOE de Cee no participará en el pacto entre PP y BNG para desalojar del poder a Ramón Vigo, un independiente a quien los socialistas apoyaron en el pasado mandato.
La ejecutiva local del partido decidió este jueves, por unanimidad, no secundar la moción de censura registrada ya por ambos grupos y que se debatirá el próximo jueves en el polideportivo local.
Los socialistas de Cee acordaron abstenerse cuando se vote el texto, dejando claro así que no participarán en el desalojo de Vigo, pero también que su antiguo socio ya no cuenta con su apoyo. Desde el partido explican que tras el batacazo electoral de las pasadas municipales -pasaron de cuatro concejales a uno- el electorado decidió dejarlos en la oposición y en ella seguirán sin participar en moción alguna.