
El nuevo presidente de la Diputación ourensana defendió el legado de su padre durante una entrevista en «Vía V»
16 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El nuevo presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar Blanco, defendió ayer el legado de su padre, y antecesor en el puesto, José Luis Baltar Pumar, del que destacó el apoyo que recibió en todas las citas electorales, pero anunció novedades en la forma de gestionar el organismo provincial y trató de romper con algunos tópicos.
En una entrevista en V Televisión, Baltar Blanco calificó de «anécdota» propia «dun contexto determinado» las declaraciones en las que su progenitor se declaraba un «cacique bo» y señaló que esas prácticas hace tiempo ya que pertenecían al pasado: «O caciquismo xa está enteiramente erradicado da Galicia actual», señaló José Manuel Baltar antes de realizar una encendida defensa del papel de las diputaciones. En este sentido, aunque se mostró abierto a las reformas -incluso anunció la próxima celebración de un congreso en Ourense sobre esta cuestión- incidió en la necesidad «dun goberno local intermedio coma o das deputacións, sobre todo en provincias como Ourense», dado el escaso número de habitantes de la mayoría de sus municipios. «Nós facemos a fusión dos concellos de facto pola prestación de servizos conxuntos», señaló.
Baltar rechazó también las críticas sobre los procesos de selección de la Diputación ourensana, aunque anunció cambios en la forma de dirigir el organismo. «Creo nos equipos, na delegación de funcións», indicó al tiempo que comunicó que aprobará un nuevo reglamento orgánico y que dará mayor participación a los portavoces de la oposición.
Sobre su papel reivindicativo, señaló que su obligación es defender los intereses de Ourense, «pero estes non teñen por que estar reñidos cos de Galicia e de España».