El frío no paraliza Novozybkov, la ciudad rusa donde viven los niños «gallegos» de Chernóbil
03 feb 2012 . Actualizado a las 13:18 h.Hoy a las nueve de la mañana, hora local, la temperatura en Novozybkov (Rusia) rondará los 32 grados bajo cero. Pero Vladislav Masarov, uno de los niños que la ONG Ledicia Cativa trae en verano cada año para ser acogidos por familias gallegas, cargará su mochila y se irá al colegio, al igual que el resto de sus compañeros. En esta ciudad altamente contaminada por la radiación de Chernóbil (la central está situada a unos 150 kilómetros) las clases no se detienen por la ola de frío siberiano que ha dejado tiritando a gran parte de Europa. «Hace frío, pero no ??mucho, mucho, mucho?? frío», aseguraba ayer por teléfono Vladislav.
En Rusia, la vida en invierno se reduce a estar en la escuela o en las casas, dotadas de calefacción pagada por el Estado. En la calle hace tanto frío que «la cabeza duele aunque lleves gorro», dice Daria, otra niña de acogida. Estos días el termómetro no ha subido de -20, a pesar de lo cual los niños salen a veces a jugar y patinar sobre cualquier superficie helada. El sol y la playa, a partir de julio en Galicia.