En el barrio turco hay mucha vida. Hay incluso los que opinan que el sabor de ese barrio del Este tiene los días contados por la cantidad de restaurantes y negocios que han ido montando para atraer turistas y nuevos moradores. En una de las calles de ese amplio barrio hay un restaurante, Las Primas. Ahí va algunas noches Pablo Iglesias para poner unos temas musicales y escuchar los elogios del público. «Aquí valoran mucho lo que haces», dice. Durante el viernes y el sábado, cuando va a alguna fiesta, puede sacar en torno a 250 euros y hay quien da propina cuando le gusta lo que oye.
Llegó a Berlín para cambiar de aires a mediados de la década pasada cuando rondaba los treinta y ahora ya ha cumplido los 35. También se da cuenta de lo que pasa en barrios como ese. «Comienzan a especular mogollón porque hay muchas inmobiliarias que están desembarcando aquí», lanza.
Ese desembarco hará subir el nivel de vida. Con ello empañará uno de los grandes atractivos que tiene Berlín para personas como Pablo. Y es que aquí puede ganarse para vivir trabajando solo unas horas. «Aquí ganas en tiempo libre para hacer lo que quieras», asegura. Aunque dice que hay que tener en cuenta que cuando se llega cuesta, y más el alemán. «Pero al no tener trabajo no pierdes nada», explica.
Ahora ya está adaptado. Por la noche es disyóquey y tiene un trabajo fijo por las mañanas en la fábrica de gafas que utiliza Lady Gaga. «Se llama Mykita. Empezaron despacio y ahora ya están en todas partes», explica. El trabajo que hace es mirar que no estén rayadas antes de empaquetarlas. Eso le permite tener un salario fijo. Lo de poner discos es una ayuda adicional.
pablo iglesias trabaja en una Fábrica