El fantasma de una posible escisión planea en el ambiente

La Voz

GALICIA

29 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Guillerme Vázquez saludó protocolariamente a su contrincante en la asamblea, Xosé Manuel Beiras, que le contestó con una sonrisa. Y Carlos Aymerich intercambió con Francisco Jorquera, con quien compite por ser candidato a la Xunta, un saludo mucho más cálido. Pero más allá de estos intercambios, la asamblea nacional del BNG no logró trasladar de puertas afuera una imagen de unidad interna y de cohesión, ni siquiera en la cafetería. Se alentó más si cabe el fantasma de un cisma interno, presente en las conversaciones.

«Hai tempo que non hai ámbito de acordo», dicen desde el sector irmandiño; «Alá eles se queren marcharse», replican desde el sector oficial de la UPG. Las aguas internas del Bloque siguen cursos distintos y ahora incluso de forma más visible gracias a Twitter y a que, por primera vez, las intervenciones traspasaron las paredes del cónclave. Tampoco hubo acercamiento, como el del 2009, entre Beiras y Francisco Rodríguez, secretario general de la UPG, que permita pensar en un gran acuerdo interno. El debate será de choque. Y sus resultados pueden llegar a determinar la escisión.