Resurge la campaña contra el AVE gallego

Gonzalo Bareño Canosa
gonzalo bareño MADRID / LA VOZ

GALICIA

Las designaciones de Ana Pastor y Celso Delgado generan recelos en el Congreso

16 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Mientras en Galicia cunde la sensación de que las obras del AVE se van a paralizar como consecuencia de la crisis económica, en el resto de las comunidades existe el convencimiento de todo lo contrario.

En la pasada legislatura, la apuesta del exministro de Fomento José Blanco por el AVE gallego generó recelos, especialmente en Cataluña, donde los nacionalistas acusaron abiertamente al político lucense de beneficiar las inversiones en su tierra a costa de otras infraestructuras más rentables. La salida de Blanco del ministerio y el escaso nivel de compromiso de Rajoy durante la campaña con el cumplimiento de los plazos previstos hizo creer a muchos que el AVE gallego iba a dejar de ser una prioridad. Pero su decisión de situar en Fomento a una ministra gallega volvió a poner en marcha esa campaña contra la alta velocidad a Galicia. La gota que ha colmado el vaso ha sido que un ourensano, el diputado del PP Celso Delgado, presida la Comisión de Fomento del Congreso.

Rajoy resiste la presión de CiU

Tres gallegos, Rajoy, Pastor y Delgado, como máximos responsables de la política de infraestructuras son al parecer demasiados para algunos. «A un presidente gallego le será muy difícil no continuar con las obras de la alta velocidad a su tierra», asegura el diputado de CiU, Pere Macias, demostrando su concepción de la política, basada en que un político debe barrer siempre hacia su casa. Sin llegar a esos extremos, son varios los grupos del Congreso que no ocultan su extrañeza por el sesgo gallego que Mariano Rajoy ha dado a la política de Fomento. Desde la Xunta se intenta no alimentar ese debate y por ello el conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, huye de exigir compromisos públicos a Ana Pastor para no meter «presión» a la ministra.

De puertas adentro, en el PP existe sin embargo el convencimiento de que los nombramientos de Ana Pastor y Delgado indican que Rajoy no se va a dejar presionar por CiU en la batalla de esta formación contra el AVE a Galicia, por mucho que el presidente busque el apoyo de los nacionalistas catalanes en el Congreso a las duras medidas de ajuste que todavía aguardan.