Desigualdad rampante

GALICIA

11 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El aumento de la desigualdad en el reparto de la renta y la riqueza no es algo que haya venido con la crisis económica. Muy al contrario, tal y como acaba de constatar la OCDE en un estudio, fue un fenómeno característico de la evolución de casi todas las economías desarrolladas a lo largo de las tres últimas décadas. En esos años, la distribución desigual, debida sobre todo a la presión sobre los salarios, por negativa que fuese como hecho social, era soportable, pues el crecimiento económico filtraba sus efectos a sectores amplios de la población; y en todo caso, ahí estaba el crédito fácil y barato para crear la ilusión de prosperidad. Pero con la crisis financiera todo cambió dramáticamente: tal y como ocurre con los desastres naturales, también los de naturaleza económica tienden a afectar en primer lugar a los sectores más débiles de la población (lo acaba de explicar Zygmunt Bauman en su ensayo Daños colaterales). La desigualdad ahora se llama sobre todo pobreza rampante. Nuevas formas de pobreza que llaman ya a la puerta de la antaño complacida clase media.