La oposición ve en los cambios la renuncia a combatir la crisis

m. beramendi / camilo franco SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Manuel Bragado.
Manuel Bragado. p. rodríguez< / span>

El mundo de la cultura vaticina una pérdida de atención hacia el sector

04 ene 2012 . Actualizado a las 03:30 h.

La remodelación de la Xunta desató ayer una cascada de críticas en el mundo cultural y político. Poco después de que se conociesen los cambios, la oposición salía a escena para hacer una enmienda a la totalidad. El viceportavoz del Grupo Socialista, José Luis Méndez Romeu, atribuyó los cambios a un Gobierno que ha agotado su recorrido en esta legislatura y que aguarda la oportunidad propicia para un adelanto electoral. El que fuera conselleiro con el bipartito advierte de que son cambios de perfil bajo, de carácter burocrático, «sin ninguna intención de incidir en la acción de gobierno y, por tanto, de combatir la crisis con un cambio de política».

Sobre esto incidió ayer también Guillerme Vázquez, portavoz nacional del BNG, quien ayer compareció para proponer un plan para que la Xunta se haga con el control de Novagalicia Banco y evite su absorción por otra entidad. «A remodelación é totalmente irrelevante para a solución dos problemas de Galicia; o importante son as políticas non as persoas», dijo el líder nacionalista.

El portavoz del Bloque cree que, con estos cambios, Feijoo va a convertir la Xunta en una delegación gallega del Gobierno central. «Se decide fusionar Agricultura e Pesca sen ter en conta que son dous sectores económicos estratéxicos en Galicia e se liquida Cultura como se non estivese nas encomendas do Goberno galego promovela», puso como ejemplo. Una lectura contraria a la efectuada por Pedro Puy, portavoz del PP en la Cámara gallega, quien elogió la experiencia de las nuevas conselleiras y valoró la racionalización que supone la nueva estructura de la Xunta.

Las reacciones en el mundo artístico y editorial no se hicieron esperar. El presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares, explica que no es «cometido do Consello marcar a política do Goberno» pero considera que la Consellería de Cultura «era un recoñecemento institucional da cultura galega que agora non vai haber». Villares entiende los motivos que da el Gobierno autónomo para el recorte, pero explica también que «as autonomías con lingua e cultura propias seguen tendo consellería». Para el presidente de los editores gallegos, Manuel Bragado, «é unha mala noticia porque envía unha mensaxe de ter menos autogoberno sen que estea claro o aforro da medida». El editor considera que no es comparable la desaparición del ministerio con la de la consellería porque el Gobierno central «xa transferira todas as competencias en material cultural e Galicia tiña plena competencia nelas».

Antonio Durán, Morris, presidente de los actores gallegos, admite que esta desaparición de la consellería «era algo que esperábamos». Para el actor es una «decepción» porque lo que esperaban en su sector «eran unha serie de medidas que aliviasen a situación na que se encontran as artes escénicas».

El presidente de la Real Academia Galega, Xosé Luís Méndez Ferrín, no quiso valorar la desaparición de la Consellería de Cultura y explicó que, como presidente, «non teño opinión sobre iso».