El cosmopolita culto que no sobrevivió al Gaiás

M. CHEDA SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

ilustración leandro

04 ene 2012 . Actualizado a las 03:30 h.

Meaño, 1959. Ahí, en la provincia de Pontevedra, y entonces, hace 52 años, nació Roberto Varela Fariña, el conselleiro más culto, independiente, fumador, sensible a las artes, despistado y ajeno a la alta política de todos cuantos hasta ayer componían el Gobierno de Galicia. Licenciado tanto en Filosofía como en Relaciones Internacionales, melómano, este diplomático de carrera fue consejero y segundo jefe, respectivamente, de las embajadas de España en Bonn y Kuwait antes que cónsul, del 2004 al 2009, en Nueva York. Allí vivía muy bien relacionado, de ópera en museo, soltero, con morriña pero feliz, y ganando el triple de lo que Alberto Núñez Feijoo le ofreció cobrar cuando hace 32 meses lo llamó para brindarle la Consellería de Cultura e Turismo. Le respondió que sí. Regresó a su tierra porque a los retos no suele hacer ascos y a sus padres, residentes a este lado del Atlántico, los adora. De aquel a este momento, además de pasta y pelo, perdió kilos y ganó ojeras. Ayer le dijeron adeus, pero podrían haberlo despedido con un adiós, un au revoir, un good bye o un aufwiedersehen, que él, como políglota cosmopolita, los entendería.

En San Caetano tuvo sus mañanas de pie izquierdo, encrespando al sector del teatro, enervando a los amiguiños de la subvención, congelando relaciones con el audiovisual, cepillándose los Premios Nacionais da Cultura Galega, cabreando a lo más granado de la literatura do país, descuidando por momentos la protección del patrimonio y, sobre todo, demostrándose incapaz de rentabilizar la herencia envenenada del Gaiás, cuya gestión abandona sin haber aprobado siquiera un plan estratégico para las instalaciones. No obstante, en su matrimonio con el poder abundaron los días de gloria, pues apostó con tino por la proyección exterior, claudicó ante la razón al parar las obras de la Ciudad de la Cultura, reimpulsó el turismo, organizó por cuatro duros el Xacobeo con más visitantes de la historia, importó la exquisitez musical, terminó recomponiendo relaciones que había comenzado arruinando e insufló frescura, modernidad y apertura de miras en un negociado ensimismado.

ROBERTO VARELA extitular DE CULTURA E TURISMO

En el 2010 organizó, con la mitad de fondos que en otros años santos, el Xacobeo con más visitantes de la historia. Consensuó con el sector la flamante Lei do Turismo. Paralizó la sinrazón del Gaiás.

Fue incapaz de aprobar un plan estratégico para el Gaiás, que capitalizó su programación. Encrespó al sector del teatro y fulminó los Premios Nacionais.