La Audiencia de Lugo confina en O Incio a un cabo detenido en la operación Carioca

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

Las largas investigaciones reflejan que, presuntamente, daba apoyo a proxenetas de algunos clubes de alterne lucenses

27 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Confinado en O Incio. Esa es la situación en la que se encuentra actualmente el cabo de la Guardia Civil de Lugo, Armando Lorenzo Torre, después de que la Audiencia Provincial de Lugo decidiese levantarle la prohibición impuesta por la jueza Pilar de Lara de residir o entrar en Galicia. El agente está considerado como uno de los principales cabecillas de la operación Carioca. Las largas investigaciones reflejan que, presuntamente, daba apoyo a proxenetas de algunos clubes de alterne lucenses. El cabo, actualmente en la reserva, permaneció largo tiempo en prisión, en un módulo especial del centro penitenciario de Monterroso. Finalmente fue acordada su excarcelación, pero con diversas medidas como, por ejemplo, la prohibición de residir en Galicia y comparecencia periódica. Además, le fue retirado el pasaporte para que no pueda salir de España.

Lorenzo Torre fijó residencia en el occidente asturiano, cerca de la frontera con Galicia. Recientemente su abogado pidió a la Audiencia Provincial de Lugo que le permitieran residir en Galicia y ofreció una serie de lugres, entre ellos Lugo.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo atendió la petición del cabo y estableció como lugar de residencia del agente el municipio lugués de O Incio donde tiene su casa paterna. El agente no podrá salir de este municipio salvo para visitas o comparecencias médicas y «en este caso y a salvo de que se tratara de asistencias urgentes, previa comunicación al juzgado instructor», según recoge el auto de la Audiencia lucense.

«Entre las diferentes posibilidades que ofrece el recurrente, Miño, Lugo, O Incio o Monforte, entendemos que la que más se acomoda con la garantía del buen uso de esa vida en libertad, es la señalada de O Incio pues en tal lugar puede realizar su vida en familia». También resalta que el guardia, en ese municipio, «no corre el riesgo, que él mismo manifiesta en su escrito de recurso, de poder encontrarse con algunas de las personas» con las que no desea verse.