La Xunta subirá un 2,86 % las tarifas de las vías de Carballo y Val Miñor
20 dic 2011 . Actualizado a las 20:34 h.El 2012 empezará con un sobresalto añadido para la economía de decenas de miles de gallegos que usan las autopistas. A la subida del precio de los productos de primera necesidad se sumará en plena crisis la revisión anual de los peajes, que se situará en el entorno del 3 %. Ese repunte, que será del 2,86 % en las vías autonómicas A Coruña-Carballo (AG-55) y Puxeiros-Val Miñor (AG-57), truncará la línea de contención de los últimos años, con la congelación de tarifas que el Gobierno financió en el 2010 y el incremento del 1,49 % aplicado este año en la AP-9.
A falta de que Audasa apruebe la próxima semana la tabla de peajes de los itinerarios de la principal vía de comunicación del eje atlántico, una subida del 3 % encarecería en 40 céntimos el trayecto entre A Coruña y Vigo para los turismos, que pasaría de los 12,90 euros actuales a 13,30. El viaje de A Coruña a Santiago, que cuesta 5,30 euros, subiría a 5,46, un precio que podría quedar en 5,45 o llegar a 5,50 en función del redondeo aplicado, ya que la ley establece que las tarifas deben acabar en 5 o en 0 para facilitar el pago. El recorrido Santiago-Pontevedra, por el que ahora se abonan 4,55 euros, pasaría a costar 4,70. Y la conexión Santiago-Vigo aumentaría de 7,60 euros actuales a 7,83, que serían 7,85 con redondeo al alza.
La revisión de tarifas agravará la discriminación de los usuarios de las autopistas gallegas respecto a los de otras vías de España en el acceso a rebajas. Aunque el Gobierno destina 150 millones al año a bonificaciones, Galicia solo recibe 5, para la cofinanciación al 50 % con la Xunta de la liberación selectiva en los tramos de Rande y A Barcala.
Un 0,5 % adicional en la AP-53
La traslación del incremento estatal de peajes a las autopistas de competencia autonómica revertirá en una subida del 2,86 %. Este repunte menor a la media se explica porque los respectivos contratos concesionales, que como sucede en la AP-9 controla Itínere, incorporan una cláusula que obliga a actualizar las tarifas con referencia al 95 % de la evolución del IPC. Por tanto, el Gobierno de Feijoo trabaja con esa previsión del encarecimiento del 3 % en las vías de pago del Estado. Esto se traducirá en una subida de 5 céntimos en el trayecto por la AG-57 entre Vigo y Baiona, que ahora cuesta 1,50; y de 5 céntimos en el recorrido de A Coruña a Carballo por la AG-55, cuyo peaje actual es de 0,50 euros hasta Arteixo y 1,75 entre esta localidad y la capital de Bergantiños.
Tanto en la AP-9 como en las autopistas autonómicas existe la posibilidad de un descuento del 25 % en un trayecto si se realiza el viaje de ida y vuelta en el mismo día, siempre que sea de lunes a viernes y se abone mediante dispositivo de telepeaje. La bonificación en la AG-55 y la AG-57 puede llegar al 50 % si se realizan más de dos viajes al día.
La subida más gravosa será en la AP-53, ya que los usuarios tendrán que pagar un 0,5 % adicional para cubrir un sobrecoste de 643.000 euros en obras. De este modo, el incremento del peaje no bajará del 3,5 %. El viaje entre Santiago y Lalín, que tiene una tarifa de 5,30 euros, puede alcanzar 5,50.