La situación irregular en la que queda Carmela Silva en el PSdeG-PSOE, al acumular dos cargos institucionales vulnerando las normas internas sobre incompatibilidades del partido, es el primer obstáculo con el que se tropieza Pachi Vázquez en su carrera para ser revalidado como secretario general de los socialistas gallegos y convertirse así en el próximo candidato a la presidencia de la Xunta.
El vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento en funciones, José Blanco, allanó el terreno para desactivar este órdago lanzado desde la agrupación de Vigo contra la dirección gallega del PSOE, al promover desde la ejecutiva federal a Silva para la Mesa del Congreso lo que la obligaría a vincularse más a Madrid.
La solución se puso de manifiesto en una comida celebrada el pasado viernes en el restaurante Tío Benito, de Barrantes (Ribadumia), a la acudieron el propio Blanco, junto a Pachi Vázquez, el secretario provincial de Lugo, Ricardo Varela, y el secretario de relaciones institucionales y de política autonómica del PSOE, Gaspar Zarrías, junto a otras personas, según confirmaron ayer varios de los asistentes. En cambio, no participaron del encuentro, como ayer informó por error este y otros diarios, Carmela Silva, Pablo García y Abel Losada.
La propuesta de Carmela Silva para tener un papel en el gobierno de la Cámara baja se oficializó el lunes, tras la reunión de la ejecutiva en la que tienen asiento Blanco y Zarrías, y ayer se llevó a cabo en la sesión constitutiva de las Cortes. En cambio, fuentes consultadas en el PSOE vigués rebajaron ayer las posibilidades de que la edila de Vigo pueda renunciar de inmediato al Concello.