La UPG llama a un BNG unido y que vigile actitudes «desleais»

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El partido mayoritario plantea dar a la militancia formación ideológica

09 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La propuesta política y organizativa de Alternativa pola Unidade, corriente dirigida por la Unión do Povo Galego (UPG), plantea que el futuro consello nacional del Bloque, el máximo órgano entre asambleas, tenga poder para vigilar que no haya actitudes disidentes que pongan en peligro la cohesión interna de la organización.

El documento, al que ha tenido acceso este diario, recoge textualmente que el órgano «velará para que ningunha das partes ou membros da fronte teña comportamentos gravemente desleais ou contrarios á unidade do BNG».

Un mensaje directo a todas las corrientes que han aireado discrepancias internas, en lugar de plantear los conflictos dentro del frente, y que tiene a Beiras, líder del Encontro Irmandiño, como su principal destinatario.

Con la inclusión de este punto en su propuesta para la asamblea, la UPG persevera en la línea argumental que ha defendido desde el pasado 20-N y que consiste en otorgar a la falta de cohesión interna un papel primordial para explicar por qué el BNG, en un contexto de desplome socialista, ha perdido casi 30.000 votos en lugar de ganar apoyo social. Un planteamiento que permite a la UPG defender la validez del modelo, con algunos cambios, justo lo contrario de lo que plantean las corrientes alternativas, Máis Galiza y los irmandiños, que apuestan por modificaciones orgánicas de mayor profundidad.

La distancia entre las propuestas de cada parte explica la falta de acuerdo para consensuar un texto político y organizativo. Según el calendario de la asamblea que se celebra a finales de enero, el plazo para alcanzar un consenso expira el próximo martes. Y todo hace indicar que en el consello nacional del próximo 17 se librará una batalla para dilucidar cuál es el texto base para la asamblea, que precisa el apoyo de dos tercios. Máis Galiza y la UPG difieren sobre cómo designar la dirección del frente y cómo nombrar al líder que encabezaría la candidatura del Bloque a la Xunta. Y en la última reunión entre las corrientes, celebrada anteayer, se evidenciaron además discrepancias en las tesis políticas entre ambas facciones.

La alternativa de gobierno

La corriente liderada por Aymerich cree que la organización frentista debe abrirse a la sociedad (por eso plantea un modelo de primarias abiertas) y colocar en la primera línea de su actuación trabajos encaminados a presentarse ante la ciudadanía como una alternativa de gobierno, línea que la UPG no considera ahora tan prioritaria dado el contexto político, dominado de forma abrumadora por el PP.

Tampoco existe sintonía en cómo debe conectar el frente con los movimientos sociales. Máis Galiza plantea que el Bloque debería ir más allá de las relaciones que mantiene con la CIG o la Mesa pola Normalización Lingüística para recabar respaldo social en otros sectores. Esta discrepancia en las prioridades se ha interpretado en Máis Galiza como una suerte de vuelta del partido mayoritario a su discurso más primitivo. De hecho, en el documento de Alternativa pola Unidade, hay una referencia expresa a la necesidad de que el BNG se dote de una mayor y mejor militancia. Para ello apuesta por impulsar el debate político en las asambleas locales, dominadas en exceso, según ellos, por cuestiones burocráticas e institucionales. La corriente cree que es necesario mejorar el conocimiento de las bases. Y plantea planes de formación nacionales y comarcales que «combinen temáticas de contido ideolóxico con outras do día a día, de xeito que a afiliación poida ter ferramentas para a súa actuación política».

La recta final

El BNG encara el proceso final hacia la asamblea con una fuerte división interna entre las corrientes que impide, por ahora, vislumbrar una asamblea de consenso. El próximo lunes volverán a reunirse todas las sensibilidades antes del consello nacional del sábado, que se presume intenso. El Encontro Irmandiño ya ha pedido que se constituya una comisión que garantice la limpieza de todo el proceso asambleario, sobre todo en relación a los censos, un asunto que ya ha creado las primeras tensiones en Galiza Nova, las juventudes del BNG.