Las discrepancias de las corrientes alejan al BNG del consenso asambleario

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La batalla se libra en cuestiones organizativas

08 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Con el próximo martes como fecha límite para tratar de consensuar un documento político y organizativo para la asamblea de enero, las corrientes del BNG volvieron a reunirse ayer en Santiago en un intento de acercar posturas. Sobre la mesa estaban las propuestas de cada uno. Y se encuentran por ahora tan distanciadas, que se antoja difícil aventurar un acuerdo. No es en las tesis políticas donde se hallan desavenencias insalvables. La batalla se libra en cuestiones organizativas. Así las cosas, todo apunta a que será el consello nacional del próximo día 17 quien apruebe, por mayoría de dos tercios, el documento base. Y es Alternativa pola Unidade, corriente dirigida por la Unión do Povo Galego (UPG), la que tiene todos los números para ganar la votación, sobre todo por la falta de entendimiento de Máis Galiza y el Encontro Irmandiño, lo que les impide, al menos por ahora, cristalizar un acuerdo y disputar una batalla al partido mayoritario.

El centro del debate

Tras más de tres horas de encuentro, la reunión de ayer concluyó sin avances significativos. Mientras la UPG plantea que la elección del candidato a la Xunta salga de un proceso de primarias en las comarcas en una votación en urna, Máis Galiza propone que sea una elección abierta a toda la ciudadanía, un modelo similar al impulsado por el Partido Socialista Francés. Una cuestión que los irmandiños, corriente de Beiras, no consideran prioritaria, al entender que ahora debe anteponerse la refundación y el restablecimiento del pluralismo interno. Ninguna de las tres partes cuestiona el modelo de frente, algo que sí ha hecho el exeurodiputado Camilo Nogueira, partidario de convertir al Bloque en una organización unitaria y no de partidos. El único punto de consenso, alcanzado ya después de las municipales, es que la asamblea de enero se celebre de forma abierta a la militancia, sin delegados, a pesar de que Máis Galiza es partidaria de esta figura.

Los órganos

Entre los elementos más novedosos en el debate preasambleario se encuentra una propuesta de la corriente de Aymerich para que, en caso de que no exista acuerdo en la asamblea, la dirección política del frente, es decir, la ejecutiva, quede conformada única y exclusivamente por la lista más votada. Algo en lo que no coincide la UPG, que introduce a este respecto otra propuesta novedosa y que consiste en que la ejecutiva se componga con el apoyo proporcional recibido por corrientes y partidos en la votación al consello nacional, máximo órgano entre asambleas.

El partido mayoritario justifica el cambio en la necesidad de preservar el pluralismo del frente, pero las corrientes alternativas ven en él una maniobra para evitar una segunda votación a la ejecutiva, en la que la UPG podría enfrentarse a una alianza de Máis Galiza y los irmandiños. A diferencia de la corriente de Aymerich, la UPG propone un modelo bicéfalo, en el que candidato y portavoz no sean la misma persona. Y los irmandiños han planteado dar mayor poder a los representantes del consello elegidos en la asamblea, para evitar que la voluntad expresada por la militancia se vea posteriormente alterada por partidos y corrientes.