Un 30.º aniversario repleto de ausencias

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El Parlamento homenajea a los 389 diputados que tuvo en su historia

01 dic 2011 . Actualizado a las 09:50 h.

El socialista Ceferino Díaz, diputado en el Parlamento de Galicia durante los primeros 16 años de vida de la institución, encarna con su ejemplo el deseo que siempre tuvo la Cámara autónoma de abrirse camino ante la adversidad. El exportavoz del PSdeG, que lleva nueve años peleando con una grave enfermedad, se encontraba ayer ingresado en el Clínico de Santiago para reponerse de una neumonía y llegó a pedir permiso para vestirse y abandonar unas horas el hospital para participar en la conmemoración del treinta aniversario de la Cámara. Díaz, que lucía en su muñeca la pulsera del Sergas, manifestó que que siempre pensó que «se fracasara o Parlamento, tamén fracasaría a autonomía». Quizás en ese temor resida su determinación.

En cambio, el empeño que puso el veterano socialista por acudir al homenaje a la institución básica del autogobierno y a los 389 diputados que en algún momento de su historia formaron parte de ella no fue secundado de la misma forma por otras personalidades que la vida política gallega. De hecho, en el acto eran casi más notables las ausencias que las presencias. Como si entre el primer presidente autonómico, Xerardo Fernández Albor, y el último, Alberto Núñez Feijoo, se abriera un gran vacío.

Sin los líderes de la oposición

Ni Fernando González Laxe, ni tampoco Manuel Fraga o Emilio Pérez Touriño participaron en la ceremonia conmemorativa, como tampoco lo hicieron los dos principales referentes de los grupos parlamentarios de la oposición, el socialista Pachi Vázquez y el nacionalista Guillerme Vázquez, ambos vinculados a la Cámara, el primero por su escaño, y el segundo, por su condición de asesor. Tampoco estuvieron presentes expresidentes de la Cámara como Tomás Pérez Vidal, o exparlamentarios como Xosé Manuel Beiras, Miguel Cortizo, González Mariñas o Vázquez Portomeñe, solo por citar algunos nombres.

La presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, pasó de puntillas sobre esta circunstancia y puso en valor, ante unos doscientos invitados que se dieron cita en el pazo de O Hórreo -entre los que se contaban algunos familiares de exdiputados-, el valor del autogobierno gallego que se fue «articulando a partir das súas institucións autonómicas», como es el caso del Parlamento, al que definió como la «insustituible pedra angular».

También puso en valor el peso que han ganado las mujeres en la institución con respecto a aquel Parlamento que echaba a andar una fría mañana de diciembre de 1981 en el pazo de Xelmírez. No solo porque la Cámara lleve ya dos legislaturas bajo la presidencia de una mujer, sino porque las diputadas «sumamos xa 37 sobre un total de 75», llegando incluso a ser mayoría en el grupo del PP. Asimismo, tampoco pasó por alto un recuerdo para los 42 diputados ya fallecidos en estas tres décadas. Junto a Rojo, tomaron la palabra Xaime Pita (PP) y diputados como Francisco Cerviño (PSOE) y Alfredo Suárez Canal (BNG), que en su discurso parafresó a Einstein para afirmar que más grande que la energía del vapor o la atómica es «a vontade humana». Y a esa voluntad atribuyó el nacimiento del autogobierno desde la época de precursores decimonónicos como Antolín Faraldo.

La ceremonia la cerró el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, con una intervención en la que definió a todos los diputados como «arquitectos» de la Galicia moderna e incluso bromeó proponiéndole a Albor constituir ya una asociación de expresidentes de la Xunta que presidiría el primer mandatario del PP.

«A Galicia de hoxe é o que é, en gran parte, grazas á capacidade de autogoberno»

Pilar Rojo