Un seísmo sacude el suroeste gallego

Laura Míguez Rúa
L. Míguez MONDARIZ / LA VOZ

GALICIA

Mondariz fue el epicentro del terremoto, de magnitud 3,5 y con 97 réplicas

27 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Mondariz se despertó ayer con el tintineo de las lámparas y el susto. El municipio pontevedrés, concretamente la localidad de A Igrexa, fue el epicentro de un seísmo de 3,5 en la escala Richter que sacudió el sur de Galicia. Parte de las casi cien réplicas que tuvo el movimiento durante todo el día se sintieron con especial intensidad en las limítrofes localidades de Ponteareas, Fornelos de Montes o Covelo. Según el Instituto Geográfico Nacional, que situó el primer temblor a las 8.11 horas, el seísmo también se notó en Vigo, Redondela, Soutomaior y Poio. En la ciudad, decenas de vecinos, sobre todo del barrio de Teis, alertaron a la Policía Local y al servicio de emergencias 112 sobre los temblores. La réplica de las 9.15 horas fue la que más efecto tuvo y muchos internautas aseguraron notar esos segundos de movimiento en lugares distantes como Cangas, Pontevedra, Mos, Marín, Tui, Baiona, Vilagarcía e incluso Santiago.

El seísmo registró el mayor número de repeticiones una hora después de sucedido, llegando a las cuarenta, y poco a poco estas se fueron distanciando. Nueve horas después del terremoto, aún se recibían señales de movimiento en las estaciones de medición del sur de Galicia.

La baja intensidad del movimiento sísmico evitó daños materiales, según confirmaron el alcalde de Mondariz, Julio Alén, y el de Fornelos, Emiliano Lage, aunque no evitó que los vecinos amanecieran con el susto. «Pensei que lle deran ao coche polo tremor da parede do mercado», apuntaba Lourdes Valverde, una de las dependientas. Aunque a ella el temblor la cogió trabajando, no fueron pocos los que estaban aún en casa durmiendo y no se enteraron. «O meu bisneto non notou nada, pero eu si que notei. Claro que non tiven susto, peor foi hai 15 anos. Daquela o meu netiño temía que lle caera a casa enriba», relataba en su panadería Lola García.

En la parroquia de Queimadelos la réplica de las 9.15 horas y la de las 11.00 se convirtieron en el tema de conversación de la mañana. «Foi coma un lóstrego, pasou moi rápido. A verdade é que por onde máis nos enteramos do terremoto foi pola tele», explicaban María Luisa Iglesias y Bautista Carballo sentados a la mesa en su cocina.