La pequeña Paula vuelve a sonreír

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

La niña de Boiro que nació sin sacro mejora tras su paso por el quirófano

12 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Paula ha vuelto a sonreír después de unos días complicados. La pequeña, que nació sin sacro y sin dos vértebras y que por eso está en Alemania sometiéndose a un complejo tratamiento para poder empezar a caminar, pasó el martes por el quirófano y, aunque todo salió bien, el dolor y el cansancio hicieron mella en la niña. Fue intervenida en ambos pies y la operación no resultó sencilla, pero ahora se encuentra mejor y ayer se disponía abandonar el hospital, aunque solo temporalmente.

Dicen los médicos que la pequeña, de Boiro, evoluciona bien, así que estaba previsto que ayer dejase la clínica germana en la que recibe tratamiento para irse a su nueva casa con sus padres para disfrutar del fin de semana. Quizá por eso Paula estaba ayer tan risueña como siempre. Su madre, María Jesús Santos, comentaba que no solo el cansancio y el dolor hacían que la pequeña, de poco más de un año, se encontrase mal, también estaba inquieta porque llevaba muchos días encerrada entre las cuatro paredes de su habitación.

Vuelta a la clínica

El lunes, la pequeña tendrá que volver al hospital y al quirófano. La operación a la que fue sometida el martes era complicada, sobre todo en el caso del pie izquierdo, del que fue preciso corregir la posición de huesos y tendones -la enfermedad de Paula, agenesia sacra, provoca malformaciones en las extremidades-, así que habrá que examinar cómo evoluciona antes de enyesarlo.

En función de lo que se encuentren los médicos, se establecerán los próximos pasos del tratamiento, que previsiblemente incluyen varias semanas más con yeso en las piernas, rehabilitación y una segunda operación antes de que la pequeña pueda dar sus primeros pasos.

Mientras tanto, en Barbanza siguen sucediéndose las muestras de solidaridad con Paula y con su familia. El procedimiento para que la niña se desarrolle como cualquier otra personita de su edad tiene una segunda fase en la que se intentará reconstruir la parte de la columna que le falta. Sin embargo, completar el tratamiento tiene un coste de unos 250.000 euros, de ahí que sus familiares, amigos y conocidos estén removiendo Roma con Santiago para recaudar fondos. Suerte que son muchas las personas dispuestas a colaborar y en la comarca se han sucedido iniciativas benéficas con las que se han reunido ya más de 40.000 euros.

«Os primeiros días estaba moi dorida e quería botar as mans ás pernas»

María Jesús Santos