Fraudes
En un municipio como Santa Comba llegó a haber 43 establecimientos con licencia de tablao flamenco en el 2007. Cuando el único taconeo que en ellos se escuchaba era el de la máquina del hielo. Hoy, siete años después de que los responsables de la Xunta y los empresarios pactaran una regulación de los horarios de cierre de los locales de copas para evitar excesos y fraudes, en la comunidad sigue habiendo numerosos locales que cierran tarde amparándose en su supuesta condición de tablaos.
La raíz del problema, según la federación gallega de empresarios de discoteca, se remonta al 2004, cuando se aprobó una normativa que establecía un catálogo de locales de ocio, definía las características de cada uno y regulaba horarios de cierre únicos para todo el año. El texto fue negociado con los representantes del sector, que llevaban tiempo denunciando el intrusismo de muchos empresarios que, en la práctica, funcionaban como discotecas pese a no disponer de licencia. Nada ha cambiado desde entonces, según los dueños de las salas de fiestas y discotecas; entre otras cosas, porque la regulación publicada el 20 de junio del 2005 en el Diario Oficial de Galicia «escondía una trampa legal» al permitir a los locales con licencia de tablao cerrar a las cinco y media de la madrugada, igual que si fueran discotecas. Ampliaba en 4 horas el anterior horario de invierno y en tres el de verano. Algo similar ocurrió con los locales con licencia de café-concierto, café-cantante o café-teatro, a los que se permitió permanecer abiertos hasta las cinco de la madrugada, tres horas más que antes. Estas decisiones han causado sorpresa entre los empresarios de la hostelería.