Un narco elude la cárcel durante 15 años tras hacerse la cirugía estética en la cara

julio á. fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Detenido en 1991, escapó y estuvo huido hasta su detención ayer en Barcelona

29 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Antonio Castellano Plasencia, un hombre de 50 años edad, condenado en el año 1995 por la Audiencia Nacional a 10 años de cárcel y 130 millones de pesetas de multa -tras ser detenido en octubre de 1991 a bordo del barco Rand con un alijo de 1.000 kilos de cocaína que transportaba el clan cambadés de Os Caneos para la organización liderada por José Luis Charlín Gama- fue arrestado ayer en Barcelona por el equipo de localización de fugitivos de la Guardia Civil.

La detención de Castellano, que también tiene más antecedentes policiales por tráfico de drogas en Madrid, se produjo solo tres meses antes de que prescribiese la condena que le fue impuesta por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en una sentencia hecha pública a mediados de septiembre de 1995. El prófugo había llegado hace menos de una semana a Barcelona, donde, según fuentes de la investigación, iba a tratar de reiniciar su vida en territorio español.

Cirugía estética

El ahora detenido, según fuentes policiales, ha estado viviendo los últimos 15 años en Sudamérica primero y en diferentes países de Europa después. Su último país de residencia fue Suecia. Allí montó un negocio legal, contrajo matrimonio con una ciudadana de ese país y logró documentación nueva con otra identidad. A ello le ayudó su enlace y las operaciones de cirugía estética a las que se sometió para modificar su rostro y apariencia en varias clínicas de la República Dominicana, donde pasó largas temporadas. Con esos cambios de imagen, su aspecto actual es de un hombre de unos 35 años de edad. La Guardia Civil cree que había decidido instalarse en la capital catalana y actualmente estaba viviendo en casa de un amigo vecino de esa ciudad.

Antonio Castellano pasó completamente desapercibido en el juicio del Rand, en el que se sentó en el banquillo junto a otros 14 acusados condenados todos ellos a penas que oscilaron entre los nueve años que le cayeron al norteamericano John Vick Johnson y los 35 del cabecilla de la banda, José Luis Charlín Gama. Todos ellos ya han cumplido sus condenas o se encuentran en libertad condicional.

En la operación don José se había confiscado una tonelada de droga. Fue el primer gran alijo de cocaína que perdieron los narcotransportistas gallegos, ya que hasta entonces las aprehensiones habían sido todas de cientos de kilos. Marcó un hito en la lucha contra el narcotráfico y el principio del fin del clan de los Charlines.

Manuel Baúlo Trigo, el patriarca del clan de Os Caneos, que había sido detenido como transportista en aquella operación, junto a tres de sus hijos varones, había sido acribillado a balazos en Cambados por unos sicarios colombianos meses antes del juicio, por haber confesado a Baltasar Garzón los múltiples transportes anteriores que había realizado para el clan vilanovés.