Quince días sin comer y 17 años sin saber

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

GALICIA

La lucense que busca aclarar un crimen cumple dos semanas en huelga de hambre

19 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Lleva en huelga de hambre desde el pasado día 5. Sobrevive, en su coche, aparcado delante de la Audiencia Provincial de Lugo, a base de botes de una conocida bebida isotónica y algo de agua. Isabel López intenta de este modo, porque no lo ha conseguido de otro, llamar la atención de las autoridades para que investiguen el asesinato de su hermana Elena. Isabel calcula que ha perdido ocho kilos, nota cómo se debilita físicamente, pero mantiene «intacta la fuerza psicológica». Avisa: «Aún puedo aguantar un montón».

Isabel López es cada día más popular en Lugo. Su batalla para exigir una investigación a fondo del asesinato de su hermana Elena el 30 de abril de hace 17 años parece que solo deja indiferente a la Administración, dice. Es la segunda huelga de hambre que hace en poco tiempo.

La huelguista no se pesa. Su falta de afición a consultar con la báscula no es de ahora. Dice que cuando empezó el ayuno pesaba unos 94 kilos; calcula que en los días que lleva frente a la Audiencia Provincial habrá perdido unos ocho kilos. Mantiene la sonrisa, la amabilidad a todo prueba, reforzada por el acento que le dejaron sus largos años de residencia en Venezuela. Explica que en la primera huelga solo tomaba agua y resistió unos pocos días sin tener que solicitar los servicios de una ambulancia. Ahora bebe unos tres botellines de agua al día, pero también otros seis de una conocida bebida deportiva; por eso resiste bien, aunque reconoce que cada día tiene menos fuerzas físicas; la fortaleza psicológica, intacta.

Apoyo

A Isabel López la respetan hasta los jóvenes asistentes al botellón en el parque de Rosalía de Castro cuando abandonan la reunión. Comenta que les ha escuchado decir: «¡Silencio! No hagáis ruido que la de la huelga de hambre está durmiendo». ¿Se aburre esta hermana coraje en estos días de abstinencia alimentaria y vivienda automovilística? No, no se aburre. «No tengo tiempo, porque siempre tengo gente conmigo. Por la semana viene mucha gente, y aunque estés un poco desanimada, te animan». Quienes no van por allí son las autoridades, según señala Isabel López. «Como te puedes imaginar, estoy contentísima con ellos; espero que me vengan a pedir el voto».

Desde que empezó la huelga no tuvo frío por la noche hasta hace un par de días, dijo ayer. De hecho encendió durante un rato la calefacción del coche.

En su campaña para forzar a la Administración a reabrir o continuar la investigación para aclarar el asesinato de su hermana y atrapar a los criminales, Isabel y los suyos ya han hecho antes recogida de firmas. Pero ahora lo hacen de nuevo. Porque no se rinden. Tras las gestiones hechas con el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia parece albergar una pequeña esperanza de que algo se mueva. Si no es así, acudirá al Tribunal Supremo. Mientras, espera en su coche, rodeada de su gentes y de los que le expresan su apoyo y solidaridad. Detrás de ella hay varias pancartas en las que expone sus reclamaciones.

San Froilán

El coche en el que pasa los días de huelga Isabel López está en lo que cada año es uno de los principales centros del ferial de San Froilán, las fiestas patronales de Lugo. Y es ahí donde puede surgir algún problema. Ayer, mientras explicaba al periodista cómo se encuentra, unos feriantes reconocían el terreno para preparar la instalación de su negocio. Ella no piensa dejar libre el campo. Así que, si, como parece, las fuerzas no le fallan pronto, seguramente alguien tendrá que tomar decisiones. Lo comenta y sonríe. Sonríe también cuando muestra su diario. En él escribió: «Todo sigue igual». También: «No puedo expresar la impotencia y el dolor que tengo».