Manuel Fraga se toma un respiro político

María cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

A punto de cumplir 89 años, hace un parón en su agenda profesional

02 sep 2011 . Actualizado a las 10:43 h.

A punto de cumplir 89 años, el próximo 22 de noviembre, parece que el histórico político gallego y expresidente de la Xunta Manuel Fraga Iribarne podría ya retirarse después de más de sesenta años de actividad laboral. Fuentes cercanas al fundador de Alianza Popular, transformada luego en Partido Popular, comentan que el político podría no incorporarse a su puesto de senador por recomendación de su familia, dado el delicado estado de salud por el que atraviesa. Al menos hace unos días no estaba previsto que lo hiciera.

El Senado, que ayer reanudó su actividad hasta el día 26, fecha en la que la Cámara alta quedará disuelta a la espera de las elecciones del 20 de noviembre, es el escenario en el que desarrolla su actividad desde el 2006 el que fue uno de los ponentes de la Carta Magna. De todas formas, los que trabajan codo a codo con el político desconocían ayer lo que tiene pensado hacer en estas tres semanas.

Sea cual sea la decisión, la trayectoria de Fraga quedará marcada por varias décadas de servicio público. Tras obtener los doctorados de Derecho, Ciencias Políticas y Económicas, el de Vilalba obtiene el cargo de letrado de las Cortes españolas en 1945, aunque no ingresa en política hasta seis años después, como secretario general del Instituto de Cultura Hispánica.

Su actividad desde entonces fue amplia y su fama de trabajador incansable lo ha precedido en todos sus puestos. Desde secretario general técnico del Ministerio de Educación a ministro de Información, embajador en el Reino Unido e Irlanda del Norte, diputado en el Congreso... Fue presidente de la Xunta desde 1990 hasta el 2005.

Un año después fue reemplazado al frente del PPdeG por el actual jefe de la Xunta, aunque ese mismo ejercicio fue nombrado presidente de honor del Partido Popular. También entró en el Senado. La no reincorporación ahora puede implicar dos cosas. O la merecida jubilación. O un parón a la espera de una mejoría.