La jueza de la Carioca no da tregua en verano y pide más pruebas

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

Investiga el hallazgo de una pintada contra ella y estudia más imputaciones

27 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La jueza Pilar de Lara Cifuentes, instructora del caso de la operación Carioca, apenas descansa y cuanto más profundiza en la trama de los burdeles, con la implicación de numerosos agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad, más suciedad descubre. Las declaraciones hechas por los testigos, que poco a poco van trascendiendo, son reveladoras.

Lo último que ha salido a relucir, y que dará lugar a unas diligencias previas que pueden tener consecuencias graves para los implicados, se refiere a la aparición de una pintada en contra de la jueza a cargo del caso. La policía supuestamente pasó por alto este hecho y Pilar de Lara envió un auto al subdelegado del Gobierno en Lugo para advertirle de que los agentes omitieron lo sucedido a pesar de que frente al lugar donde apareció la pintada hay un local latino en el que hicieron múltiples redadas en los últimos tiempos.

Pero hay más. Las imputaciones a mandos de la Guardia Civil parece que no han acabado. La jueza, que ya tomó declaración en su momento a los jefes de la Guardia Civil y de la Policía en Lugo, en calidad de imputados, parece plantearse ahora llamar a capítulo a sus superiores. Presuntamente pudieron haber tenido conocimiento en algún momento de lo que sucedía en Lugo y la jueza estaría interesada en saber qué pasos se dieron entonces para atajar una situación que desembocó en la imputación de casi un centenar de personas.

De Lara parece no dejar ni un solo fleco por controlar. Recientemente envió a diversas organizaciones sociales una petición para saber si tienen alguna constancia de que mujeres que trabajaban en los clubes pudieron haber sido amenazadas para que no declarasen.

Invitados a un bautizo

También trata de que los servicios científicos de la Guardia Civil hagan las pruebas necesarias para intentar mejorar la calidad de una cinta de vídeo sobre el bautizo de la hija del presunto proxeneta José Manuel García Adán, uno de los cabecillas de la trama, que se encuentra actualmente encarcelado. A esta celebración asistieron agentes del Cuerpo Nacional de Policía y también de la Guardia Civil, así como otros personajes de la vida pública lucense. Esta circunstancia revela las relaciones que tenía el propietario de los clubes Queens y Colina en la ciudad.

Otro de los encargos efectuados por la instructora del caso se refiere a la búsqueda de los taxistas que transportaron a numerosas mujeres que trabajaban en los clubes a fiestas privadas que se celebraron en establecimientos hosteleros de Sarria y Vilalba. En las mismas participaron políticos y tres altos cargos de la Xunta del Gobierno bipartito. Al menos una decena de mujeres fueron llevadas a estos locales. La jueza busca ahora más información sobre estos encuentros.

la trama de los burdeles de lugo