El homicida de los niños mellizos de A Coruña ingresa en un psiquiátrico

d. seoane, R. García A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

El autor confeso, de 29 años y compañero de la madre, había intentado quitarse la vida hace dos años.

23 ago 2011 . Actualizado a las 12:21 h.

Javier E.?F., autor confeso del asesinato a golpes en A Coruña de los hijos de su pareja, dos niños de 10 años, permanecía ayer ingresado en el Sanatorio Marítimo de Oza bajo custodia policial. El hombre, de 29 años, fue trasladado de madrugada al servicio de psiquiatría desde el cuartel policial de Lonzas, apenas diez horas después de que él mismo llamase a la centralita del 092 para autoinculparse del doble crimen de los mellizos.

El subdelegado del Gobierno, José Manuel Pose Mesura, explicó ayer que «agora serán os especialistas médicos os que dirán o que hai que facer», en alusión al ingreso hospitalario del detenido, que podría ser trasladado al módulo de presos del Chuac, el complejo hospitalario coruñés, antes de su ingreso en prisión en Teixeiro.

El propio inculpado informó a los agentes que a primera hora de la tarde del domingo acudieron al escenario del brutal crimen, en la calle Andrés Antelo, de que se encontraba a tratamiento psiquiátrico, extremo que fue confirmado por fuentes de la investigación. El hombre, un obrero en paro, estaba bajo seguimiento médico en un ambulatorio de la ciudad y en el 2009 fue ingresado de urgencia tras un intento de suicidio en el mismo centro en el que permanece ahora hospitalizado.

La barra de un armario

El supuesto deterioro mental del agresor estaba ayer tras todas las hipótesis con las que autoridades y vecinos trataban de buscar explicación a lo ocurrido a las cuatro de la tarde del domingo en el piso de Monte Alto, donde el hombre, natural de Lugo, convivía desde hace menos de un año con Mar, una empleada del conocido restaurante O Bebedeiro, y dos de los hijos de ella, Alejandro y Adrián.

La barra de un armario fue el arma homicida con la que J.??E.??F. acabó con la vida de los pequeños de una forma atroz, según describió personal vinculado a la investigación, sobrecogido por la violencia desmedida de la paliza que los niños recibieron en su propia casa, mientras su madre estaba trabajando.

Ayer, los servicios forenses practicaron la autopsia a los pequeños, y la policía científica, que llenó una furgoneta con pruebas recogidas en la vivienda, regresó al piso de Monte Alto. La titular del Juzgado de Instrucción número 5 decretó el secreto de sumario y el autor confeso recibirá asistencia letrada de un abogado de oficio.

La madre de los mellizos permaneció ayer, antes de ir al tanatorio, en la casa de una amiga, y el hermano mayor, nacido hace 17 años de una relación anterior a la mantenida con el padre de los mellizos, fue visto, al igual que su abuela, que también vive en Monte Alto, recibiendo condolencias de un vecindario conmocionado por el doble crimen. Ciudadanos anónimos se sumaron ayer a la concentración convocada a las doce horas en la plaza de María Pita, donde la práctica totalidad de los concejales de la corporación, algunos visiblemente afectados, mantuvieron un minuto de silencio.

Representantes de entidades vecinales, diputados autonómicos y el subdelegado del Gobierno asistieron también al acto, en el que Julio Flores, alcalde accidental, expresó el sentimiento general de repulsa frente a la violencia contra la infancia, además de trasladar el pésame a la familia y brindarle el apoyo de los servicios municipales. En el Ayuntamiento no consta que la familia figurase en los expedientes de Servicios Sociales por situaciones de riesgo.