Tres personas fueron imputadas el domingo en la provincia de Lugo acusadas de diferentes delitos, entre ellos pesca furtiva en el río Miño y caza ilegal en Antas de Ulla. Estas personas empleaban medios no selectivos para las capturas y no contaban con permiso del titular del coto, unas prácticas relativamente frecuentes en los montes y ríos gallegos. Los agentes del Seprona dieron en Antas con un vecino que supuestamente colocaba lazos para cazar jabalíes. Lo hicieron cuando inspeccionaban un paraje conocido como As Cancelas, en Fontelo, porque habían tenido conocimiento de unas supuestas talas ilegales en la zona.
Lazos para jabalíes
Cuando llegaron al lugar observaron a ambos lados de un bañadero de jabalíes dos lazos de caza dispuestos para su uso. Los agentes los descolocaron y a la mañana siguiente muy temprano iniciaron un servicio de vigilancia con el objetivo de identificar al autor. Tras varias horas de espera, observaron que un vecino de Antas, identificado como J.?F.?P., se dirigió hacia el lugar y volvió a colocar los lazos para poder capturar algún animal. Al hombre se le imputan dos delitos, uno por cazar con medios no selectivos y otro por hacerlo sin contar con la autorización del titular del coto. Fue puesto a disposición del Juzgado de Chantada.
Por otro lado, la Guardia Civil se trasladó también al lugar conocido como Puente Áreas, una zona limítrofe entre los municipios de Guntín y de O Corgo, tras tener conocimiento de que allí supuestamente actuaban con frecuencia dos pescadores furtivos que esquilmaban la pesca de la zona, empleando para ello redes de grandes dimensiones y otros utensilios como sedales durmientes.
Por eso, iniciaron un operativo policial en la zona para conseguir un perfecto dominio de las diferentes rutas de acceso al lugar, tanto a pie como desde un vehículo. En la madrugada del domingo comenzaron la operación, porque esas eran las horas más propicias para actuar por parte de los presuntos autores. Finalmente, a las 7 horas se localizó en el río Miño, a la altura de la desembocadura del río Neira, a dos personas en una embarcación que estaban recogiendo una red de pesca y diferentes cuerdas con anzuelos. Después, los dos hombres se dirigieron a la orilla, donde introdujeron el material y las piezas capturadas en un turismo.
Grandes redes
Los agentes identificaron a los ocupantes del vehículo y comprobaron que en el maletero llevaban una red de pesca de 50 metros de largo con sus boyas y pesas de plomo, 103 ciprínidos de distintas medidas y 11 truchas. En el asiento trasero tenían cuatro maderas de corcho con cuerda de nailon con 7, 9, 5 y 8 anzuelos y dos capazos de caucho. También les fue intervenida la barca, que quedó depositada a disposición judicial en poder de uno de los imputados.
Los identificados son J.?J.?L.?F., de 44 años, de Lugo, y M.?F.?D., de 59 años, de Barcelona, y se les imputan dos delitos, uno por pescar especies no protegidas sin permiso del titular del coto y otro por emplear medios de pesca no selectivos. Fueron puestos a disposición judicial en Lugo. El pescado intervenido fue entregado a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados del asilo de San Roque.