Fernández Albor: «Me dejaron gobernar con 26 de 71 escaños, hoy es impensable»

Elisa Álvarez González
elisa álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El expresidente de la Xunta añora el espíritu de unión de los primeros años de la autonomía

07 ago 2011 . Actualizado a las 12:53 h.

A pocas semanas de llegar a los 94 años, Gerardo Fernández Albor (Santiago, 1917) acude cada mañana a su despacho de la calle Doutor Teixeiro, en Santiago. Pausado al hablar, lúcido en sus respuestas y sin esquivar ninguna, el primer presidente de la Xunta desgrana su trayectoria vital y su pensamiento. Galleguista, cristiano, de derechas, anhela los tiempos en que se podía hacer política en minoría, muestra un profundo respeto por quienes le sucedieron y lamenta el momento convulso que atraviesa el mundo, que nunca creyó que llegase.

-¿Surgió antes en usted la vocación política o la médica?

-En mi juventud, y hablo de los 14 años, tuve mis dudas. Al final triunfó la medicina, pero ya entonces me interesaba la política. Yo mismo me sorprendo de los actos a los que iba con 14 años.

-¿A qué actos políticos?

-Por ejemplo, a la reunión de todos los ayuntamientos gallegos en una asamblea en la Facultad de Medicina. Yo estaba escondido, y recuerdo como si fuera hoy las discusiones entre el profesor Montero y Bóveda.

-Después entró en contacto con Ramón Piñeiro, García-Sabell... ¿Quién fue clave en su entrada en la política?

-Eso fue después de dedicarme a la medicina, de escoger la cirugía y de andar por el mundo formándome. En los 50, ya trabajando en Santiago aquí en La Rosaleda, inicié el contacto con Ramón Piñeiro, que fue la persona clave para mi entrada en política, porque además yo me negué en redondo, ya que siempre pensé que mi profesión de cirujano me lo impedía. Pero cuando todo llegó al Parlamento gallego, ante el requerimiento de Piñeiro de que tenía que participar, en aquel momento histórico en el que se iniciaba el Estatuto de Autonomía, él y otros galleguistas se fueron con el Partido Socialista, y a mí me dijo que me tenía que ir con mis ideas, que son de derechas, democratacristianas y liberales.

-Amigos de diferentes ideas.

-Bueno, Piñeiro tampoco era socialista de carné. A él le parecía que debía ir en la izquierda y yo en la derecha. Mejor dicho, se lo dije yo. Le dije: oye, la socialdemocracia es de izquierda, entonces, hay que ir con la derecha. La gente no sabía bien las ideologías políticas, pero a mí me interesaba mucho la política y las conocía bien. La derecha eran los liberales, los conservadores y los democratacristianos, y la izquierda empezaba en la socialdemocracia, los socialistas y los comunistas. Por eso le dije: mira, el único partido liberal conservador que hay es el partido de Alianza Popular, y si nosotros vamos también con la izquierda ya no queda nadie en la derecha. Afortunadamente, me ofrecieron un puesto los de Alianza Popular.

-Y fue el primer presidente de la Xunta.

-Me hice militante ya durante la campaña y gané las elecciones, y ya seguí en Alianza Popular, luego PP, toda mi vida.

-¿Era muy diferente gobernar hace casi 30 años?

-Hoy en día es impensable gobernar con 26 diputados en una Cámara de 71.

-Usted lo hizo.

-Claro, me dejaron gobernar, porque había otro espíritu de unión para construir la autonomía y la democracia, menos de partido, y más de Galicia. Había discusiones, pero me dejaron gobernar porque nunca tuve mayoría en la Cámara, ni siquiera en la segunda legislatura, aunque subimos. Entonces ya fue peor, porque la gente comenzó a pensar más en el partido.

-Habría momentos difíciles.

-Me llama la atención recordar cómo con tan poco dinero y tiempo hicimos tantas cosas, la Xunta, el Parlamento, el Instituto da Lingua Galega, todo esto sin dinero. Un día Feijoo me dijo,: «¿Tenías mucha pasta??». Y yo, ¡no! Pero las cosas iban saliendo y hasta yo me sorprendo.

-Desde la atalaya de Santiago, ¿cómo ve el momento político que atraviesa España y el 20-N?

-Veo que han hecho mal en no convocar elecciones antes, pero ya de cambiar de opinión y adelantarlas, que sea ya, pero no en noviembre, porque se pierde mucho tiempo y se han retrasado innecesariamente. Después está la discusión que se traen de quién es el líder, Rubalcaba candidato y Zapatero secretario general y presidente del Gobierno. De locos. Es algo pintoresco. Recuerdo una frase de Miquelarena, que ante una situación así, solo decía, ¡país!

-Con su trayectoria vital, ¿imaginaba un momento económico tan convulso?

-Lo de ahora nunca pensé que podría pasar, es increíble, la falta de solidaridad, de seriedad, la de territorio, esa actitud con Cataluña... Me recuerda las veces que hemos perdido colonias por esta protección catalana y que luego no nos agradecen. Todo es una protección que viene del Estado español, hemos perdido Cuba quizás en parte por la protección de entonces a la industria textil catalana. Y en el País Vasco ya no digamos, ver a los terroristas en las instituciones.

-¿Y Galicia, la eterna perdedora?

-Es la eterna perdedora. Galicia sí que podía hablar de una deuda histórica, es la que ha perdido siempre, empezando ya en la historia cuando se le asimila León y desaparece el reino de Galicia. Y después no digamos. El AVE del que tanto discutimos, ¿cuándo se inició en Sevilla? Hace más de 20 años.

gerardo fernández albor expresidente de la xunta

«Galicia es la eterna perdedora, la que tiene una deuda histórica, empezando ya al desaparecer el reino de Galicia»

«La actitud con Cataluña me recuerda las veces que hemos perdido colonias por

esta protección catalana»