Los vertederos incontrolados se multiplican en pleno verano

p. b. m. redacción / la voz

GALICIA

Es frecuente hallar electrodomésticos, muebles o material de construcción

06 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Eliminado hace unos dos meses por el anterior gobierno municipal -el tema venía ya desde muy atrás: mayo del 2009- este vertedero ha renacido: a escasos 200 metros de un campo de fútbol.

Vertedero en Lousame, en un tramo de la vía Boiro-Noia. Hay otro al lado del cementerio de Santa Cristina de Barro.

Asociaciones ecologistas de Ourense denunciaron últimamente hasta 15 lugares con vertidos de este tipo, repartidos entre Allariz, Maceda, Xunqueira de Espadanedo y O Bolo, entre otros. Muchos de ellos, sitios clausurados anteriormente por la Xunta.

Lo que iba a ser un punto de recogida de plásticos agrícolas acabó siendo (hace ya más de dos años) un vertedero cercano a casas y granjas. Los vecinos denuncian el peligro y el mal olor. Piden al Concello que retire la basura. Este valló el basurero, porque quiere controlarlo, pero la gente sigue depositando material.

A falta de un punto limpio, en Salvaterra se formó, según se denunció hace unos días, un vertedero ilegal en una zona Red Natura. El gobierno aseguró que es un «depósito» temporal.

Colchones, somieres, libros o juguetes parecen haberse convertido, en esta época, en «basura de temporada». «Parece ser que é un problema que reaparece ao inicio de cada verán, e se fose así as actuacións disuasorias deberían concentrarse nos períodos previos», apunta Ricardo García Mira, profesor de Psicoloxía Social e Ambiental en la Universidade da Coruña. A estas alturas del año, el mobiliario de hogar podría estar vinculado a propietarios que renuevan el interior de su vivienda en esta fecha, y el material escolar, ligado al final de curso. En el caso de los vertidos a ríos, preocupa que se produzcan en esta época del año, porque el caudal se reduce mucho y cualquier tóxico puede acabar con los peces.

No obstante, no en todos los puntos de Galicia y no todos los vertidos incontrolados -depósito ilegal de sustancias contaminantes del que se desconoce el daño que puede producir en la salud, las aguas y el equilibrio ecológico- responden a esa temporalidad. Proliferan (también mucho material de construcción) todo el año, y en toda Galicia. No es raro que haya desechos abandonados cerca de puntos limpios o contenedores.

Lo más frecuente -y así lo atestiguan comarcas como la de Barbanza- es que los ayuntamientos los erradiquen en cuanto los conozcan. En Ferrol, el concello limpió ya el denunciado hace unos días en la zona de los depósitos de Santa Marina. En la Costa da Morte, el Concello de Coristanco se gastó en febrero 12.000 euros en eliminar vertidos y, hace algo más de un mes, el de Carballo destinó 15.000 a limpiar un depósito de toneladas de botes de pintura en Ramil y Bértoa. En A Laracha, un vertido causó algunas semanas atrás la muerte de centenares de truchas y, en Cabana, sin alejarse mucho tiempo atrás, apareció una ingente cantidad de ruedas.

Aunque la conciencia proambiental ha crecido, sigue habiendo carencia de ella, y también -considera García Mira- de planes de actuación en muchos concellos. Información, educación ambiental y un programa de normas e incentivos sería ideal.

Información elaborada con las aportaciones de las redacciones de La Voz