Tres municipios de menos de 15.000 vecinos han de devolver más que las urbes

La Voz REDACCIÓN/LA VOZ

GALICIA

Tomiño, Ribeira de Piquín y Dozón reintegrarán más de 78 euros per cápita

29 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

A lo largo de los últimos días, gran parte de las siete principales ciudades gallegas mostraron su preocupación ante la liquidación de las cuentas del 2009. En Santiago se llegó a pronunciar la palabra «quiebra», y el resto de los grandes núcleos urbanos, con sus más y sus menos, se asoman a un futuro complicado.

Pero los ayuntamientos más pequeños también deben afrontar este difícil trance. Aquí, el horizonte se vislumbra aún más nublado. Cinco concellos, que en ningún caso superan los 10.000 habitantes, deberán reintegrar a Hacienda una cantidad per cápita mayor que ciudades como Lugo o Pontevedra. Es decir, por cada persona, estos municipios tendrán que aportar a las arcas estatales más de 60 euros.

Si en las grandes ciudades la situación será difícil de superar, estas cinco entidades locales, que basan la gran parte de su potencial económico en el sector primario, sin apenas industria y servicios, tendrán que escalar una pendiente incluso más pronunciada.

El concello que lidera el listado de devolución per cápita es Tomiño, fronterizo con Portugal, en la zona del Baixo Miño. Con una población de 13.492 habitantes, tendrá que hacer frente a una cantidad de 1.254.069,55 euros. Es decir, 92,94 euros per cápita.

Difícil situación en el rural

En la zona rural hay que destacar a Ribeira de Piquín. Con solo 664 habitantes, este enclave de la comarca de Meira, próximo a la frontera con Asturias, ha de devolver 89,14 euros por cada uno de sus habitantes. Curiosamente, esta localidad incrementó su presupuesto en un 187 % en el año 2009 en relación al ejercicio anterior. Sin embargo, en el 2010 vio reducida de pronto la partida en un 48 %.

Al ayuntamiento lucense lo siguen en esta lista los municipios de Dozón, en la comarca pontevedresa del Deza, y Porqueira, en Ourense. Estos municipios tendrán que reintegrar al Estado 78 y 72 euros por cada uno de sus habitantes, dentro de una población que no llega en su totalidad a las 2.000 personas. Dos muestras más del preocupante estado de las arcas municipales de los pequeños concellos gallegos.

Además de Tomiño, en el curso del Baixo Miño hay dos municipios que también se enfrentan a una situación complicada. En Salceda de Caselas y Salvaterra tendrán que aportar al Estado más 69 y 62 euros per cápita. En estos casos, la situación es igual de grave, ya que el mayor volumen demográfico de ambos, con una población bastante cercana a los 10.000 habitantes, eleva la cantidad de la devolución por encima del medio millón de euros.

Por último, el Concello de Folgoso do Courel, en Lugo, tendrá que reintegrar también una mayor cantidad por habitante (61,79) que la capital de la provincia y la ciudad de Pontevedra.

En los concellos que forman el área metropolitana de Vigo y A Coruña, un total de nueve ayuntamientos deben hacer frente a un reingreso de más de un millón de euros. El caso más difícil es el de Ponteareas, con una devolución per cápita de 49,69 euros, hasta un total de 1.158.599,95 euros.

En el lado opuesto, además de los que se libran de devolver, están los municipios de Vilariño de Conso, Barreiros, Portomarín y Muíños, que tendrán que aportar a las arcas del Estado menos de tres euros por habitante.