Lamentó que Belén Esteban cobre un millón «y no pase nada», mientras que entidades benéficas y sociales tienen que estar mendigando ayudas
28 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El delegado del Gobierno, Miguel Cortizo, se despachó ayer a gusto contra todo lo que aborrece. Con una comparecencia por delante tranquila y cómoda para «un funcionario con 35 años de experiencia», en la que en un principio se iba a limitar a hablar de todo lo bueno que el Gobierno trajo a Galicia en el último año, terminó diciendo lo que pensaba de jueces, fiscales, de la sociedad española y hasta de Belén Esteban. No dejó títere con cabeza. Al final, quedó claro que a Cortizo no le gusta que la policía detenga a unos individuos por atentar contra ellos con cócteles molotov y que en unas horas el juez los ponga en la calle. Pidió por eso a la Fiscalía que sea más dura en sus peticiones. No le gusta tampoco ver que instituciones benéficas o sociales mendiguen ayudas cuando a Belén Esteban se le da un millón de euros y «no pasa nada». Y detesta que la preocupación de mucha gente se limite a la telebasura y que el único faro que guía a la Xunta sea el electoralismo. En resumen, no le gusta que las «imbecilidades estén alcanzando límites asombrosos».
Empezó su discurso relatando una visita que realizó el martes a Proyecto Hombre. Le dio pie para mostrar su pesar por las carencias que han de sortear este tipo de instituciones para sacar adelante sus proyectos cuando cualquiera que sale en la tele a contar «quen se deita con quen» se lleva un millón de euros. «Más allá de debates estúpidos y estériles, hay realidades que necesitan una ayuda acuciante», dijo. Otros necesitan un giro, como jueces y fiscales. Sobre ellos no dijo más que lo ocurrido en el Día de Galicia, con la detención de tres radicales que atentaron contra la policía y a las pocas horas ya estaban en libertad. Se quejó por ello y mandó un mensaje: «Para que luego, cuando ocurre algo tremendo, salten todas las alarmas mediáticas. Cuando hay que actuar no se actúa».
Concluyó su discurso citando expresamente al presidente de La Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre, del que destacó una frase del artículo que publicó el pasado domingo: «Hay que poner al ciudadano en el centro de la política».