«Quién se llevó el Códice Calixtino, sabía de qué se trataba, sabía de su valor incalculable y sabía cómo llegar a él»

Redacción digital

GALICIA

El deán de la Catedral de Santiago, José María Díaz, ha segurado hoy que sólo tres personas tienen acceso a la caja fuerte del archivo de la catedral donde estaba guardado el Códice Calixtino y que fue el jueves o el viernes la última vez que alguien lo vio. Este martes el archivero medievalista se dio cuenta de su desaparición.

08 jul 2011 . Actualizado a las 00:44 h.

El deán de la Catedral de Santiago, José María Díaz, ha asegurado hoy en relación a la desaparición del Códice Calixtino que «el que se lo llevó, sabía de qué se trataba, sabía de su valor incalculable y sabía como llegar a él, y si no lo averiguó».

El deán explicó que sólo tres personas tienen acceso a la caja fuerte del archivo de la catedral donde se guardaba el Códice Calixtino junto a otros documentos de valor. Esas tres personas son el propio deán y dos colaboradores. Uno de ellos, el medievalista, fue el último que vio el Códice dentro de la caja fuerte el pasado jueves o viernes pero hasta el martes no se echó en falta.

Ese día «el medievalista de la Catedral, José Sánchez, en el momento de cerrar el Archivo echó en falta el Códice y me llamó en el momento», aseguró el deán. En un primer instante, el deán y sus colaboradores buscaron «en el archivo y en las estancias adyacentes» y al no encontrarlo en ninguna parte decidieron llamar a la policía que se presentó a las diez de la noche en la catedral compostelana. Al día siguiente, el miércoles, presentaron la denuncia oficial.

El deán explicó que «el Códice Calixtino no se lleva nunca a la sala de investigadores aunque se pueden pedir desde allí otros documentos que están también en la caja fuerte». Entre estos documentos, destacan los Tumbos que recogen copias de privilegios de la diócesis compostelana. Es por este motivo por lo que a esa sala de acceso restringido se entra, según el deán, de forma continua. Cuando se enseña el Códice Calixtino se hace en la misma sala en la que se encuentra la caja fuerte y «siempre delante de un servidor».

En la catedral, recordó Díaz, hay «cámaras que controlan cada ángulo del claustro» y las imágenes ya están en poder de la policía. Recordó también que no hay signos de un robo violento, ya que ninguna de las puertas o cerraduras presentan signos de haber sido forzadas.

El Códice Calixtino se encuentra dentro de la caja fuerte apoyado sobre un cojín y tapado con un tapete para protegerlo.

«El cabildo se siente víctima de un robo y de una trementa ilegalidad» aseguró el deán que recordó que «en todo este tiempo el cabildo ha sabido conservar el Códice». Ahora asegura que han sido «víctimas de un gran atentado» pero que hay que «poner la cabeza, porque el corazón puede estar afectado pero hay que guardarlo ante tantos problemas humanos, ante las personas que sufren».

El Códice no está asegurado, sólo se hace cuándo sale de la Catedral.